Change my mind ~ Fox

Di varias vueltas a la casa hasta que vi la hora y decidí cambiarme de ropa, porque no podía ir en pijama, (y si, a esta hora seguía estando en pijama). Tomé mis cosas, intente peinarme (y terminé poniéndome una bandana en la cabeza porque claramente eso era imposible), me puse un abrigo y abrí la puerta para salir. Me detuve y suspire, era un desastre.

Empecé a caminar dirigiéndome hasta la plaza, estaba nervioso y a la vez entusiasmado, hace mucho no iba por esos lugares. Entre tanto pensar y pensar sin darme cuenta ya estaba en el lugar, caminando a paso rápido hacia nuestra banca. Veo a lo lejos a Ripen, levanto la mano para saludarlo y sonrío. Segundos después estoy frente a él sin borrar la sonrisa, me siento y extiendo el puño para que lo choque conmigo en forma de saludo -¡Hola!- cruzo las piernas y echo la cabeza para atrás para mirar el cielo -¿Cómo estás?- pregunto.

La espera era interminable. Miré el reloj para comprobar la hora y sí, era ya el tiempo de verlo. Los segundos parecían minutos. Me estaba muriendo por dentro. Quería irme, ya lo había citado pero quería irme. Era un completo cobarde. Debía decirle lo que escondo pero podría perder su amistad, así como también tener a la persona más amorosa de mi lado. Resoplé, nada malo va a pasar. Me decía a mi mismo para convencerme de algo que podría ser una gran mentira.

Al verlo acercarse a mí me sequé el sudor de las manos en mi pantalón para luego devolverle el saludo con una sonrisa y chocar su puño con el mío. Sí, somos dos mariposones que pretenden ser machos.- Hola Foxie.. -susurré. Admiré su perfil disimuladamente, era tan perfecto, y se veía tan bien con ese pañuelo en la cabeza. Amo mucho su pelo tan desordenado.- Bien.. ¿Tú? ¿La familia? ¿El trabajo? ¿Todo bien? -fallé en tratar de no mostrar ni una pizca de nervios, tal vez él lo note, me conoce, lo sé. El plan es llevar la conversación lo más posible hasta el momento en que me sienta seguro, a menos que él pregunte porqué lo traje para este lugar tan.. solitario.

Me devuelve el saludo y siento ochenta abejas asesinas en mi estómago cuando lo escucho decirme “Foxie”. Siempre me decían Fox o Foxed, pero él solo me llamaba Foxie, porque yo lo dejaba, porque él era mucho más especial que todo los demás. –Yo estoy bien, son días tranquilos, la familia tranquila y el trabajo también, sin un rastro de gente del capitolio por suerte- Explico de forma despistada mientras veo todo el lugar, nunca cambiaba, supongo que por eso lo habíamos elegido, era especial y nuestro.

Lo miro y sonrío al notar que por la luz que hay en el lugar sus ojos se forman más azules que de costumbre y… Oh por Dios, debo ser tan afortunado de ser el único en verlo ahora. Dejo de pensar como una quinceañera enamorada cuando creo que está nervioso. Seguro que notó que lo miraba raro o algo así -¿Y tu familia? ¿El trabajo? ¿El vecino? ¿El perro?- bromeo para tranquilizarlo y pongo una mano en su hombro.

Quería sacarle el pañuelo y acariciarle el pelo hasta el día que me muera. Era mi perdición. ¿Como será tocarlo realmente, acariciarlo de la punta hasta la raíz? Uno de mis sueños, pero lo máximo que tengo ahora es simplemente despeinarlo. No retiré mi mirada de él mientras respondía. Había estrañado su voz, su voz tan gruesa y bella.

Le devuelvo la sonrisa y estoy más contento de que me siga la conversación y no se haya parado en mi nerviosismo. Río ante las últimas preguntas, realmente era un tonto.- Estamos bien, como se puede, están todos muy histéricos y me ponen histéricos a mí pero no es nada del otro mundo.. -me encojo de hombros, restándole importancia, era un tema que realmente no quería explayar.- El trabajo bien, el Capitolio tampoco se asomo por allí.. Y por lo que vi.. El vecino está teniendo muchos problemas con su esposa.. Parece que se quieren separar.. -le sonreí luego de continuar con su broma. El nerviosismo volvió a mí ¿y ahora qué?- Emm.. ¿Cómo se encuentra tu pequeño amigo? ¿Cuándo se verán de nuevo? -¿Josh? ¿En serio? ¿No tenía nada mejor? 

Extiendo la mano hasta acomodar todo el brazo en sus hombros y me apoyo en el respaldo de la banca. Solo espero que piense que lo hago por cómodo en vez de porque quiero estar más cerca de él. Extrañaba su sonrisa y también la forma en que ríe, realmente no me gustan esos días en los que él está triste, se vuelven terribles y me angustian más a mí que a él.

-Siempre estás histérico, debe ser una locura tu casa- niego y río a la vez. –Debe ser que estamos en la peor época del año ¿No?- lo despeino y vuelvo a apoyar mi brazo en sus hombros. Quería hacerlo reír realmente, aunque no sé porque. -¿Se van a separar? Uf, se ve que si es la peor época del año- sonrío tiernamente cuando nombra a Josh –Si no me equivoco lo veo en dos semanas. Un día de estos deberías acompañarme a verlo ¿Te gustaría?- pregunto entusiasmado –A veces es bueno salir un poco del distrito…- murmuro. No era solo eso, también quería estar un rato con él sin gente que nos conozca, ni nos vea.  Me desespera un poco estar todo el tiempo paranoico y cuando me pongo así no es fácil de controlar.

Pasó su brazo alrededor de mis hombros. No te hiperventiles, cálmate, sé el hombre que deberías haber sido. Es tan perfecto sentirlo más cerca, sentir el calor, sentir el cariño que sé que me tiene. No quería perder un amigo como él. Frunzo el ceño y salgo de mi burbuja.- ¿Perdón? Foxie me parece que estás equivocado, yo no soy histérico.. -típica frase del histérico.. "No soy histérico". Me pego mentalmente porque todo el mundo sabe eso.

- No lo sé, tal vez, solo sé que tengo ganas de pegarles a todos.. -respondí de inmediato. Era cierto, mi familia estaba en medio de una situación complicada, no económica, sino la familia en sí. Distancias, poca confianza, secretos que crean conflictos. Un asco. Ver como se le iluminó la cara cuando nombre al pequeño hizo que automáticamente le diga que sí a todo, era perfecto, más hermoso de lo que ya es.- Me encantaría.. Si quieres te acompaño a visitarlo en tu próximo encuentro.. -le sonreí. Quería de todas formas conocer al niño, Fox lo hacía ver tan especial, tan lindo que daban ganas de conocerlo. Bueno, es la hora Rip, ya no debes abrir más conversación, es inútil. Los nervios me recorrieron y me intentaron paralizar.

-Foxie.. Hay, hay algo importante que tengo que decirte.. -susurré.- La.. Es la razón por la cuál nos reunimos aquí.. -me mordí el labio. No podía continuar. Estaba a dos segundos de temblar y salir corriendo a encerrarme en mi cuarto.

Lo miro unos segundos de forma seria, aunque quería reírme. Me muerdo el labio y segundos después los labios se me van curvando, formando una sonrisa. -¿No eres histérico? Pensé que estaba hablando con Miss Cara De Orto ¿Me equivoqué? Como tú digas cariño…- me río con más ganas.

Lo escucho y me encojo de hombros –Creo que es normal, a veces me despierto en mitad de la noche con ganas de agarrar un cuchillo y asesinar a mi hermano… después me acuerdo que tengo que afilar el cuchillo y me voy a dormir- no sé en qué momento eso dejaba de ser literal, las ganas de matar a mi hermano estaban. Cuando dice que si a lo de acompañarme a ver a Josh no puedo evitar morderme el labio para no saltar de emoción. Era tan fácil hacerme emocionar –Cuando compre los próximos pasajes te aviso- intento tranquilizarme y le guiño el ojo.

Lo miro a los ojos, arrugando la frente y siento como se me detiene el corazón. Abro la boca para hablar pero estoy seco, así que tardo unos segundos más de lo pensado. Mierda ¿Y si me preguntaba si sentía algo por él? ¿Si me decía que esto no podía seguir así, que no quería ser amigo de un gay? -¿Qué pasó, Rip? ¿Pasó algo malo?...- murmuro con la voz temblando.

Me muerdo el labio cuando el lo hace pero no sonrío. Por dentro me derretía. Él era la única persona a la que le iba a tolerar esos apodos.- Cariño para tu información te equivocaste de persona.. -le pego levemente en su estómago, jugando. Nunca me gustó que me digan que soy un histérico. Creo que ambos estamos expresando nuestras realidades en bromas, me río con su comentario.- Yo por suerte tengo cierto autocontrol.. -susurro. Sé que se emocionó cuando dije lo de Josh y sonrío a más no poder.- Está bien, pero yo pago.. O al menos pago mi pasaje.. Nada de que gastes por mí, yo tengo dinero.. -le advertí, sabiendo que Fox haría eso sin dudarlo, que lo haga con el pequeño está perfecto pero no conmigo.

El ambiente estaba tenso, arruiné todo. Lo sabía. Su voz temblaba, poniéndome más nervioso de lo que ya estaba.- Emm.. No lo sé.. Tal vez sea malo.. -murmuré apenas audible para él. Respiré profundamente.- Es que te mentí.. Yo.. Yo.. -me trabé, mis manos temblaban. Masajeé mis sienes ya había empezado, debía terminar.- Soy gay y siempre lo fui.. -cerré mis ojos y me revolví el pelo. Puedes hacerlo Rip. Luego de un momento largo de peleas conmigo mismo pude decir.- Y.. Me.. Me gustas Fox.. Mucho.. -.

Se me tensa el estómago cuando me pega levemente y después intento reír. Ruedo los ojos cuando empiezo a escuchar sobre que quiere pagar su pasaje, me molestaba cuando no dejaban que los ayudase. –Está bien, como quieras, creo que tengo suerte de tener a alguien que quiera pagar su pasaje y no otra persona que se aproveche de mi- me encojo de hombros y le sonrío.

No entendía nada sobre lo que me decía, así que lo dejé hablar hasta que terminara. Me doy cuenta que está temblando, junto una de sus manos con la mía para que se tranquilice. Él tendría que saber que yo no lo juzgaría aunque me cuente que él hizo algo realmente malo. Cierro los ojos y me paralizo en el momento que me dice que es gay. Luego, abro los ojos y sé que estoy totalmente pálido. –Ripen… Yo… Yo también… No sé cómo decirlo, Me…- mi voz vuelve a temblar y antes de seguir hablando, lo tomo del rostro con la mano que tengo libre y lo atraigo hasta que mis labios chocan con los suyos.

Ruedo los ojos ante su comentario.- Sí, es un regalo.. Mucha gente se puede aprovechar de ti en cualquier minuto.. -susurro. Me ponía de mal humor decir eso, también a veces lo protegía mucho de la gente por esa razón, no quiero que experimente lo que es ser usado, no lo merece, él es un sol.

Cuando digo las palabras se que una gran presión se fue pero que es remplazada por otra. ¿Qué pasaría si todo se echara a perder? En ese momento me doy cuenta que tenía la mano entrelazada con la de él, su piel, suave, cálida. Un cosquilleo me recorre por dentro. Lo analizó rápidamente, está pálido. La había cagado, sé que hubiera aceptado que sea gay, o sea, él también lo es pero lo otro lo superó. No sabía con qué palabras arreglar las cosas pero él habló primero, me mordí el labio. Él estaba nervioso, su voz temblaba, tal como mis manos, mi nombre en sus labios sonaba perfecto.

Y lo menos esperado pasó. Me besó. No podía corresponderle, estaba helado. ¿Fox me estaba besando? ¡Despierta Ripen! ¡Sabes que no debes soñar demasiado! Me separo de él y lo miro incrédulo.- ¿Debo toma eso como un también me gustas? -mi voz demostraba toda la emoción que llevaba dentro. Sin pensarlo me abalanzo sobre él y uno nuestros labios, rodeo mis brazos alrededor de su cuello. Definitivamente este era el momento perfecto.

Me sentía raro cuando hablábamos de este tema, todos siempre tratando de protegerme, todos tratando de encerrarme en una caja de cristal para que vea y no toque. –Eres como mi madre, un sobreprotector, si no me dejan cometer errores y sufrir un poco no sé qué va a ser de mí…- niego y suspiro, me desesperaba todo esto.

Cuando no me corresponde y se separa del beso siento que me ruborizo por completo ¿Qué mierda había hecho? Vuelvo a respirar, asintiendo en respuesta a su pregunta –Si, también me gustas…- y Dios, me estaba besando devuelta. Apoyo las manos en su pecho, bajando hasta su cintura y mi mente no puede dejar de pensar “Estoy tocando a Ripen Levine ¿Qué macumba habré hecho?” Sonrío entre el beso y me acerco más a él. Me derrito cada vez un poco más, sus labios son cálidos, perfectos, y todo esto era mucho mejor de lo que había pensado.

No podía creer lo que estaba pasando. Deseaba con todas mis almas besar esos labios desde hace años, tan perfectos, tan únicos, tan suaves. Él es lo mejor que pudo haberse cruzado en mi vida, me ilumina todo cada segundo que está conmigo. Su respuesta hace que el corazón se me acelere a más no poder y su rubor lograba que mis picos de ternura subieran al máximo, era demasiado para mí. ¿Cómo era todo esto posible.

Todavía no logro descifrar de dónde saqué tanto valor. Mis manos ya no temblaban, mi voz menos, me sentía mejor de lo que pensé. Sentir sus manos en mi cuerpo hacía todo mejor, me correspondía de la mejor manera posible. Le saco el pañuelo y comienzo a acariciar su pelo en medio del beso, que subía de tono rápido. Wow, ¿tanta emoción teníamos contenida? Me separo de él lo suficiente para respirar, nuestras narices se rozan.- Gracias.. Gracias Foxie.. -le susurro con una gran sonrisa, una que logra hacerme parecer un chino. Lo beso dulcemente, tomando su mentón con una de mis manos y lo abracé fuertemente luego de que un frío viento nos invadiera, buscando su calor. Había salido desabrigado, genial.

¿Quién hubiera pensado que los dos chicos que iban al colegio y no sé separaban ni un minuto ahora se estaban besando en un punto muerto de una plaza, en un día normal como cualquier otro? Yo todavía no podía creerlo. Parece que floto y es todo tan surreal que por un momento pienso que es un sueño. Esto simplemente no podía ser real.

Mi pulso iba tan rápido que me dolía el pecho, pero me gustaba por más masoquista que sea. Me separo un poco cuando me quita el pañuelo pero lo vuelvo a besar al darme cuenta lo que quería hacer. Me acaricia el pelo y sin darme cuenta suelto un leve gemido en sus labios, que retumba en mi garganta. Siento un calor en totalmente toda la cara y sé que vuelvo a estar rojo. Se separa y veo su sonrisa, es tan preciosa y él es tan hermoso, y la mía duele por tanto que se me están marcando los hoyuelos. -¿Gracias por qué?- pregunto acariciando su mejilla con el pulgar. Vuelvo a sonreír y lo abrazo con fuerza, acariciando con la otra mano su cintura -¿Tienes frio?- susurro.

Su pelo, su tan hermoso pelo. Tan suave, mis dedos se enterraban en él y se deleitaban ante el tacto de sus rulos tan sedosos. Por fin podía tocarlos, sentirlos como realmente quería. Aunque mi cabeza estaba en otro lado, sus labios. Y.. Dios mío. ¿Escuché mal? ¿Acaso él acababa de gemir? Me derretía como un cubo de hielo en medio del sol en verano. Al mirarlo me doy cuenta que está rojo y.. Me va a explotar el corazón, ¿cómo una persona puede ser tan adorable?

-¿Por qué? -pregunto con mis ojos cerrados, disfrutando de sus caricias, tan bello.- Me haces feliz.. Yo.. Me había imaginado cualquier cosa, las peores.. Menos esto.. Pensé que te perdería y eso no pasó.. -me acerqué a sus labios.- Gracias Foxie.. -susurré, rozándolos. El frío había invadido mis huesos y el abrazo había sido bastante reconfortante para mí, aunque eso no hacía que sintiera calor ni mucho menos.- No.. No tanto, no te preocupes.. Solo fue algo que vino de repente.. Ya sabes.. Los choques de temperatura y eso.. -expliqué inútilmente, restándole importancia a las cosas, como siempre hacía. Acaricié su mejilla y lo besé. Ya eran mi adicción esos labios, necesitaba tenerlos junto a los míos el mayor tiempo necesario.- Júrame que esto no es un sueño, que esto de verdad está pasando.. -susurre con mis ojos cerrados.

Sigo acariciándole la mejilla con el pulgar, agregando los otros dedos como si fuera lo más delicado que existiera en la tierra. Siempre había soñado con esto, con tocarlo así, pero siendo su amigo (y hombre, además) iba a ser muy raro, y simplemente no podía. Muevo los mechones de flequillo que le caen por la cara por el viento y deslizo mi mano hasta su nuca.

-Aunque me hubieras dicho que gustabas de mí y yo no te correspondiera… no me hubieras perdido, te quiero tanto que no me hubiera ido, no te hubiera dejado- admito. No se podía dejar a una persona tan importante en la vida de uno así de fácil, yo no podía. –Gracias por confesar lo que sentías, hubiera sido tan difícil para mí decírtelo- murmuro. Niego sin saber que decirle –Ni yo sé si es un sueño, deberías pellizcarme y te digo…- río y le correspondo el beso, acariciándole el labio con la lengua delicadamente, pidiendo permiso para hacerla pasar. Enredo mis dedos en su pelo y ni siquiera me doy cuenta que el cielo cada vez oscurece más, porque él está tapando todo ahora, es todo lo que necesito ahora, solo él.

Se siente un agradable hormigueo recorriendo el mismo camino que él hace con sus dedos. Es maravilloso, realmente no me interesó mucho que me acomodara el pelo, pero verlo hacerlo.. Me gustaría que lo hiciera todo el tiempo. Rodeo los ojos, ingenuo, iluso, mi pequeño Fox. Reprimo mi risa.- Foxie.. Si eso hubiera pasado.. Ya nada sería lo mismo, todo sería diferente, no podría soportar ser tu amigo luego de todo este tiempo, luego de confesarlo todo.. -Yo creo que mantenía la razón, dudaba que podría verle la cara si me decía que no, me sentiría tan avergonzado que, por más que lo quiera y extrañe, no podría verlo.

Sonrío cuando me agradece. Ternura.- Sabía que no podrías, un pequeño cobarde.. -bromeé, era algo irónico dado que él es más alto que yo. No sé si confesé mis sentimientos porque tengo más confianza o porque estaba harto de no poder mirarlo de la manera que quiero.- Te pellizcaría pero.. estoy muy cómodo así.. Me gusta soñar a veces.. -mis manos, abrazadas a su cintura, comienzan a acariciar en cierta forma desesperada su espalda. Le doy completo acceso a mi boca y le permito a mi lengua jugar con la de él. Se sentía bien todo esto, mis caricias, sus caricias, todo.- Amm.. Creo que.. Deberíamos parar.. -susurré en sus labios, sin aliento. Quería darle a entender que no podemos estar así en un lugar público, estar así pero no tener un tipo de relación definida y porque.. Realmente dudo que pueda mantener la cordura si me come la boca de esa manera otra vez.

Me lo quedo viendo unos segundos, mirando sus labios cuando habla y luego subiendo la vista hasta sus ojos. Niego y suspiro, volviendo a enredar mis dedos en su pelo –Entonces eso no significa que me hayas perdido, significa que yo te hubiera perdido a ti- alzo una ceja. Además, en ese caso, probablemente lo hubiera ido a molestar a su casa, y si no podía entrar por la puerta, entraría por la ventana.

Me muerdo el labio y frunzo el ceño –A veces tengo tantas ganas de golpearte…- susurro y sonrío un poco –Tenías más ventaja, sabías que yo era gay, yo no sabía que tú lo eras- vuelvo a fruncir el ceño –Me mentiste… está bien que le digas a los demás que no eres gay pero… ¿no confiabas en mí?- pregunto mirando hacia otro lado, decepcionado. Empiezo a perder la mente, no puedo pensar porque estoy bloqueado, lo único que hago es tocarlo, sentirlo y besarlo. Me estoy volviendo loco al sentir su lengua, y antes de que mi cuerpo se apriete más contra él, me separo. -¿Seguro? Está bien…- me cuesta hablar -¿Pasó algo? Nadie nos va a ver- balbuceo mientras me paso una mano por el pelo, tirándolo para atrás.

Su respuesta me hizo parpadear y pensar dos segundos. No lo había visto de esa manera, eso hacía que me sintiera peor por el mero hecho de haber pensado que debería alejarme de Fox, no había pensado en lo mal que le haría. Fui un egoísta. No pensaba seguir la conversación, nos hacía mal, no era justo para ninguno. Moví levemente mi cabeza, haciendo que sus dedos continúen acariciando mi pelo, me encantaba y podría acostumbrarme a esto.

Sonreí, claro que tenía ventaja, pero eso no significaba nada. Por supuesto, mi sonrisa se borró al escuchar lo siguiente. Hice lo mismo que él: mirar hacia otro lado. ¿Cómo contestaría eso?- Emm.. No lo sé Foxie.. -mi nariz se coloca en mi hombro.- No sabía que hacer, confiaba demasiado pero, por más que sabía que no juzgarías.. Tenía miedo.. No sé de que pero.. -suspiré.- Perdóname, sé que hice mal pero no lo hice con intención.. -susurré. Era la pura verdad. Suficiente tenía en mi casa como para pensar si decírselo a alguien más o no. Además mi padre se daría cuenta que se lo dije a Fox, sería muy obvio.

¿Cómo le explico? ¿Cómo le digo de manera sutil que si no paramos lo voy a violar en medio de la plaza? Me mordí el labio, me daba tanta ternura. Le doy un pequeño beso y voy directo a su oído.- Pasa que tal vez.. No quieres terminar haciendo algo inapropiado con tu mejor amigo en medio de un lugar público como una plaza.. -beso su cuello repetidas veces.- Algo que deberíamos hacer de preferencia en tu cuarto, en tu cama precisamente.. -volví a besarlo intensamente, sin dejarlo responder, una de mis manos deja su espalda y comienza a enredarse en su pelo, acariciándolo. Espero que esta vez sí capte la indirecta.

Me lo pienso un segundo, mirando hacia el suelo. Ni siquiera él tenía respuesta para eso. Tal vez era para que su padre no se entere, porque yo sé que soy demasiado malo actuando y seguro hubiera metido la pata. Niego y lo miro un rato sin hablar, tratando de grabarme la imagen de él como está ahora mismo. Con la luz apenas iluminándolo, con los ojos más oscuros que de costumbre, con el pelo despeinado, los labios enrojecidos… -Está bien, no pasa nada, lo entiendo- murmuro.

Se me pone la piel de gallina al hablarme al oído e inclino un poco el cuello por los besos. Me muerdo el labio con fuerza hasta que me vuelve a besar, amaba cuando me tocaba el pelo, nunca nadie me lo había tocado así, a excepción de mi madre y alguna que otra chica que me decía que lo tenía lindo y me empezaba a peinar. Claro que ninguna persona lo hacía de esa forma, como él. Me separo un poco, levantando una ceja y sonriendo pícaramente –Ripen, yo no me acuesto con mis “mejores amigos”- ni tampoco me besaba con ellos, pero él tenía la costumbre de romper mis reglas, y yo la costumbre de aceptar todo lo que él haga. Creo que tengo la cara roja otra vez, porque sentía que me estaba quemando, y no había tanto sol como para echarle la culpa.

Sabía que por más que no lo entendiera o no, le dolía. Era algo que siempre iba a quedar grabado en su cabeza: Ripen me mintió sobre su sexualidad por años. Y va a ser algo que tratará de ignorar pero siempre estará presente, aunque esté muy en el fondo. Aunque él sabe por todo lo que pasaba en ese momento, todo lo que mi padre hacía y me pegaba y gritaba y todo. Él es un ser transparente, y si le gustaba y se lo decía desde el principio todo.. Iba a llegar un punto en que: nos olvidaríamos de actuar o nos cansaríamos de tanto escondernos o algo.- Lo siento.. -lo abrazo, y sé que es lo único que puedo hacer, ya le había mentido, ya está.

¿Habré sido muy directo? ¿Habré causado algo en él como él lo hace conmigo? Que se muerda el labio de esa manera hace que pierda todos los sentidos, él no sabe lo que causa realmente. Alzo una ceja también cuando habla.- ¿Queres apostar? -sonreí de lado.- No tengo problema en romper esa regla en este momento.. -su cara estaba roja. Creo que ya estaba claro que me moría de ternura estando a su lado, ¿no? Lo besé dulcemente pero el beso dejó de ser dulce al segundo. La mano que estaba en su espalda sobre su remera empieza a acariciar el mismo sector, pero debajo de la tela. Iba en serio con mis palabras. Ripen, cordura. Cordura.- No.. -susurré.- No, esto no.. No, no es lo mejor.. -agregué, tratando de calmarme. No es lo mejor, no es el momento ni el lugar.. A menos que él me diga lo contrario.

Se disculpa y le correspondo el abrazo, rodeándolo por el cuello. Lleno su mejilla de besos lentos, apoyando mis labios en su piel y deteniéndome ahí, con los ojos cerrados, oliendo su perfume y después moviéndome hasta otro punto de su mejilla para dejarle otro beso. Esa era mi forma de detener el tiempo para poder pensar y comprender un poco todo lo que estaba pasando, lo que nos estaba pasando, y lo que me estaba pasando por dentro a mí.

Como supuse, él está dispuesto a romper esa regla. Y yo tal vez, solo tal vez, podría dejarlo romperla. Lo que empezó como un beso dulce, terminó siendo algo pesado. Uno de los brazos que rodeaba su cuello bajó hasta que mi mano encontró el borde de su remera y mis dedos se deslizaron hasta la piel de su cintura, acariciando en forma de círculos. Me río de él –Suerte que no apostamos nada, yo hubiera ganado…- dejo un beso casto en sus labios –Creo que deberíamos asimilar todo esto primero ¿No?- estoy un poco nervioso, no me había levantado en la mañana pensando que esto podía ocurrir hoy –Por lo menos yo todavía no lo pude asimilar… no caigo en que nos hayamos besado y que ahora estemos pensando si ir a mi cuarto o no- mis manos acunan sus mejillas y junto mi frente con la suya.

-Yo… creo que debería irme, se me está haciendo tarde y…- suspiro, cerrando los ojos –Tengo que pensar todo- rozo sus labios con los míos hasta besarlo dulcemente, lento, sin ningún apuro porque en realidad no quiero irme. -¿Puedo verte mañana? No quiero esperar tanto- me siento estúpido diciendo esto, por lo que sigo besándolo.

Sus dedos acariciando mi cintura, provocaron que me estremeciera, era tan gratificante. Las señales de alerta se activaron en mi cabeza, esto era algo bueno y malo, y si seguía había un gran porcentaje que todo esto terminara muy mal.- ¿Hubieras ganado? -pregunté, alzando una ceja.- No lo sé.. Me gusta ganar.. -me muerdo débilmente el labio y asiento a sus preguntas. Era demasiado para un día, no había que agregarle más.. Nos gustamos. Lo amo desde hace un tiempo. Ya veremos que pasa con el correr de los días.- Yo tampoco puedo creerlo, es algo completamente irreal.. -suspiro.- Igual, no es mala la idea y nosotros juntos en una cama, ¿no te parece? -trato de mirarlo cuando nuestras frentes están unidas y sonrío.- Estás buscando ponerme bizco, eso no es bueno.. -bromeé y automáticamente me reí.

-No me abandones.. -susurré apenas terminó de hablar. Solo quería más tiempo con él, lo que decía era una completa exageración. Le correspondo al beso con el mismo ritmo, intensificándolo, buscando que su boca le de pase libre a mi lengua. Acaricié su melena, era tan linda.- Claro que sí.. Voy a tu casa si quieres.. -le guiñé un ojo. Correspondo al beso pero me separo rápidamente. Me quedé admirando por unos segundos sus facciones, concentrándome en sus ojos.- Te quiero Foxie.. -se me escapó en medio de mi trance. Sentí como me ponía algo rojo por eso y me mordí el labio. Lo decía en serio, pero no quería ir rápido, no quería apresurar nada, lo había dicho sin pensar. Me da miedo que por esto él se quiera alejar.

Era demasiado para mi pensar en nosotros juntos,  en nosotros besándonos o en nosotros en la cama. Mi cuerpo reaccionaba tan mal al estar cerca de él, que no podía evitar decir que más de una vez estando con Ripen quise arrinconarlo en la pared y violarlo. Todavía no puedo creer como no se había dado cuenta que todas las indirectas sexuales en chiste eran realmente de verdad, y cada vez que lo nalgueaba para molestarlo no eran del todo para eso. –No es mala idea- susurro, dándole la razón. –Pensé que ya eras bizco, que decepción- bromeo y lo veo reírse, adoraba su risa.

No quería abandonarlo, quería pasar el mayor tiempo con él hasta que se me gasten los labios. Tiemblo por milésima vez sintiendo como acaricia mi pelo y abro un poco más la boca dejando pasar su lengua con facilidad. –Realmente tengo que irme, se van a preocupar en mi casa si vuelvo tarde- susurro acariciando mi nariz con la suya. Lo miro a los ojos y el aire deja de entrar a mis pulmones. Al instante sonrío de oreja a oreja –Yo también te quiero…- verlo rojo era lo más adorable. Me acerco un poco para dejarle un par de besos más en los labios y le acaricio la cintura con dulzura, sin pasarme de la raya.

-Entonces tendríamos que hacer que pase.. -le guiñé un ojo, eso era, por supuesto algo que se daría en un futuro si todo salía bien, me encantaría que pasara pero preferiría mil veces ser su novio antes. Me moriría si eso pasaba. Le pegué suavemente en su hombro.- Cuidado que yo todavía no dije nada sobre la joroba que se te está haciendo por querer estar a mi altura.. -le di un pequeño beso. Amaba verlo tener que agacharse todo el tiempo, amaba tener que alzar la mirada para ver sus ojos, era algo hermoso.

Amaba su boca, en todo sentido, por dentro y por fuera. Juego lentamente con su lengua por unos segundos, nunca pensé que haría esto con él. Siempre creí que iba a ser un cobarde o que a Fox le gustaba otro. Asentí levemente ante su respuesta.- Lo sé.. Lo sé.. -susurré. En mi caso, si no lo comentaba no me preguntaban que hice o a dónde fui. Era un tonto, o mejor dicho, mi cabeza me jugaba malas pasadas, casualmente siempre con él, no sé porqué me pasaba pero era molesto. Sonreí al escuchar que el también me quiere. Por lo menos no la había cagado tanto. Le correspondí a sus besos e hice que nos levantáramos.- Nunca nos vamos a ir si seguimos sentados ahí.. -reí levemente. No quería que se vaya pero no quería preocupar a su familia tampoco.

-Foxie.. ¿Por qué sos tan alto? -me mordí el labio y rodeé con mis brazos su cuello. Tuve que pararme de puntitas para que mis labios alcancen los suyos. Ya estaba oscuro y los faroles casi no nos iluminaban. Si alguien veía esta escena seguramente le parecería una de las cosas más tiernas que haya visto en su vida.