But baby running after you is like chasing the clouds ~ Ewan

¿Qué puedo decirle sobre su hermano? Porque aunque intento ayudarla arreglar todo esto, no entiendo del todo. Es que, acá falta algo. Falta colaboración del otro lado ¿Por qué arreglar las cosas cuando la otra persona no quiere? Tal vez al hermano de ella le importa todo eso objetos “valiosos” para él solo. –Mira… me parece que tu hermano no le importa mucho que le prestes atención… no podes obligarlo- la miro –Nacemos con lo que tenemos ¿Si? Y hay que aprender a vivir con ello, no desear la vida de los demás. Porque si no, nada funciona- explico, aunque me parece muy cruel lo que digo, pero es la pura verdad.

Después del beso me abraza, y me quedo un poco paralizado porque no esperaba esa reacción. Me siento nervioso, porque siento que algo anda mal. No con respecto a ella… con respecto a mí. Yo no hago esto, es más, siempre pensé que me alejaría de estas cosas. Me lo prometí. Y acabo de romper mi promesa. Le correspondo el abrazo y le acaricio lentamente la espalda.

-¿Estas… mejor?- Joder, acabo de sonar como si lo hubiera hecho solo para que se sintiese mejor. Ahora estoy más que nervioso. Me acaricia la mejilla y siento un cosquilleo leve. Le miro el rostro y siento que me encanta, que demasiadas cosas de ella me encantan. Por el llanto sus ojos están más claros, y las mejillas levemente sonrosadas.

Y aunque probablemente la hubiera rechazado cuando me vuelve a besar, no lo hago con ella. No sé porque, aunque la frase me lo dice claramente. Porque es ella. La agarro de la nuca con suavidad para acercarla más y le correspondo el beso. Se me va acelerando el corazón cada vez un poco más. Todavía no me lo creo. Todavía no me creo que tuve la bastante valentía, y estupidez por hacerlo sin pensar, para besarla. ¿Y porque me devolvió el beso? ¿Le gusto? No, no creo, tal vez debe estar jugando conmigo, como lo harían todos.

Soy yo otra vez el que corta el beso -¿Viste? No lloraste más… - volví a sonar como si lo hubiera hecho solo para que mejorara. Suspiro nervioso y me levanto del piso diciendo un “No deberíamos estar en el suelo”. Miro la comida, hay que seguir con ello, tengo que alimentar a la familia. Me despeino un poco, vuelvo a lavarme las manos y agarro el cuchillo nuevamente para seguir cortando –Esto es… raro- suspiro y solo puedo pensar en que no lo haya entendido mal, que no haya entendido que no me gusto o que solo lo hice para que no se sintiera mal. Lo hice porque quería, porque creo que ella me gusta bastante.

Miro el suelo cuando me habla, tal vez suena como si quisiera lo que los demás tienen y sí, es verdad, pero no son cosas materiales lo que pido, lo único que quiero es afecto, cariño y de nada más y nada menos que mi familia. Es algo muy difícil, ¿no? No quiero responderle porque sé que voy a ponerme histérica y voy a seguir llorando. Pero sé que Ewan jamás va a entender lo que digo porque nunca vio a mi familia completa y no sabe lo que es sobrellevar lo que vivo yo y mucha gente del Distrito. Fue bastante duro conmigo, me gustaba la manera en la que antes me trataba, aunque seguro el tema de mis caprichos e histerias lo deben sacar de quicio.

El abrazo que le di me gustó es poco. Esa sensación de sentirlo tan cerca fue.. perfecta. Me fascino. Pero al fin y al cabo nunca estuve errada: lo hizo por compasión, porque quería callarme, para que me sintiera peor. Ignoré su pregunta por completo y me dediqué a lo mío: Mirarlo, acariciarlo y hasta besarlo. ¿Importaba que no me quisiera ni un poquito? La verdad no. Sentía que era perfecto, sus ojos, sus labios, todo su rostro me gustaba y tenía algo que me encantaba. Y bueno, está de más decir que el beso me encantó, y más aún corque me correspondió, colocó su mano en mi nuca e hizo que mi corazón latiera a más no poder por él.

El corta el beso, yo tengo una pequeña sonrisa en los labios pero cuando lo escucho hablar ésta se va borrando de a poco. Él se para pero yo decido quedarme en el suelo. Era obvio Julie, terminaste exponiendo tus sentimientos por semejante estupidez, lo único que lograste fue confirmar que ni siquiera le gusta algo de vos.- Lo es.. –susurro mirando la pared, sin pensar en lo que dijo o en lo que yo digo. Estúpida. Eso es lo que era. Ahora él sabría que su hermana tenía razón, que lo quiero, que me gusta. Tiré mi orgullo y barrí el suelo con él para que todo esto fuera nada más que dos besos para relajar mi pésimo estado de ánimo, pero lo único que conseguí fue empeorarlo. Vete, ya quedó todo claro.

Me levanté y me acerqué a él.- No cocines para mí Ewan.. Tengo que irme ya.. –suspiré. No tenía ganas de irme, quería quedarme pero no quería aguantar nada más, quería llegar y soltar todo lo que sentía, especialmente mi impotencia.- Me olvidé el vestido de mi madre en tu tienda.. Debo ir a buscarlo.. El tren que debo tomar saldrá dentro de poco.. -¿Así o más mentirosa? Lo bueno es que convenzo a la gente y eso es lo que me alegra. Y tengo la excusa de que la mucama tendría que venir y no puede perder más horas de trabajo, y bueno, ya está todo arreglado.- No te molesta que me vaya, ¿no? -¿Por qué pregunté eso? Masoquista inútil que soy. Ya tendría que estar afuera, con el vestido en manos, yendo para la estación, no acá, tardando más de mil años por una despedida.

No sé qué decir. El abrazo me gusto, el beso fue increíble. Poder escucharla y saber que me tiene confianza o algo así me dejo lleno. Pero siempre termino cegándola, soy estúpido, ya sabía. Siento que el corazón me golpea con fuerza, fuerza como para lastimarme porque me duele. ¿Qué le digo? No sé, no sé y no sé. Me golpeo la frente con la mano, “¡Estúpido!” me estoy gritando internamente.

Mojo otra verdura y sigo cortando. Corto con fuerza, como si quisiera matar a la pobre verdura y llegar al tablón que tiene debajo. Los sonidos del choque son notables, pero no me importa, estoy frustrado y de esta forma me descargo. De todas formas… ¿Y si ella si estaba jugando conmigo? Tal vez no le importe tanto esto de… lo que dije y como sonó. Y no quería que suene así, pero paso y no sé porque. Lo es, es todo raro, lo es.

Dejo el cuchillo con fuerza en la mesa haciendo ruido y me doy la vuelta para mirarla. –Si, me molesta un poco que te vayas…- suspiro. La miro a los ojos un rato y mi rostro se va entristeciendo –Mira… esto, se me hizo un poco raro. Pero lo hice porque, sabía que me iba a gustar. Y me gusto, no quise sonar como si lo hubiera hecho solo para que dejes de llorar- miro mis manos –No me gustan que jueguen conmigo, y no me gusta jugar. Así que si es eso lo que estás haciendo… mejor no lo hagas. Pero debería admitir que me gustas- ¿Por qué lo acabo de decir? Creo que estoy rojo, siento como me hierve la piel.

Me muerdo el labio y delicadamente le tomó del brazo para acercarla mas. -¿Estás jugando conmigo?- susurro cuando me acerco a sus labios. Y entonces la vuelvo a besar lentamente, tardando, para que no se vaya. ¿Qué importa si pierde el tren? Hay miles que puede tomar… Mis manos bajan a su cintura, rodeándola y acariciando levemente su espalda.

Doy un suspiro y tomo la llave –Si tienes que irte… voy a buscar el vestido yo y te lo traigo- dije y no espere a que de una opinión, porque salí de la casa. Empecé a tomar carrera, voy corriendo hasta la tienda. Si corro, llego en tan solo dos minutos. No es ropa buena para correr justamente, pero no me importa. Entro a la tienda rápidamente y busco el traje donde lo deje. Luego cierro la puerta con llave y ahora vuelvo a correr, ahora más lento por llevar esto encima.

Ya en casa otra vez, me mojo la cara lo más rápido posible para que se me pase el calor. Está bien ¿Por qué acabo de correr? Si no quería que se vaya tan rápido… voy a dejar la respuesta en un: no quería que tenga que esperar tanto ella sola. Le entrego en manos el vestido de su madre y creo que me siento un poco mejor que antes. –Bueno…- murmuro para que ella diga algo.

Cortaba las verduras con furia, lo cual me causaba cierto miedo ya que fue provocado por mis tontas respuestas y mi intento de huida. En mis ojos, que estaban más claros de lo normal, se notaba lo mal que me causa toda esta situación. Me sobresalté con el ruido del cuchillo contra la mesa. Abrí mis ojos a más no poder con lo que dijo. Yo quería, no sé.. que me dejara ir sin culpas y sin que parezca tan descarado pero me contradijo. Y creo que nunca me voy a acostumbrar a que alguien se atreva a hacerlo.

Su rostro se llena de tristeza. Siento un dolor en el pecho, quiero hacer algo por él inmediatamente pero habla antes. Ahora yo era la que se sentía mal y era inevitable no demostrarlo. ¿Creía que yo jugaba con él? Nunca nadie había pensado eso de mí y para ser honesta yo siempre creí todo eso al revés, creí que él jugaba conmigo, yo no sería capaz, no me daría la cara. Lo miró y me da ternura que esté rojo porque dijo.. ¡que le gusto! Calma Julie, no te hiperventiles. Sentía que iba a morir. Respiré profundamente, tratando de asimilar lo que había dicho. Abrí mi boca y la tapé rápidamente. Me tomó el brazo y sentí un cosquilleo, que luego se convirtió en una corriente eléctrica que aceleró mi corazón. No pude responder su pregunta. No coordinaba ideas y menos si me besaba así.

Me pone nerviosa que lleve sus manos a mi cintura pero también logra que rodee con mis brazos su cuello, correspondiendo al beso. Si seguía así, lograría que no me vaya nunca de su casa. Espero que no se dé cuenta de eso. Con mis dedos acaricié sus cabellos, provocando que salga una pequeña sonrisa. Me separé lentamente de él.- ¿Crees que jugaría contigo Ewan? ¿Acaso crees que yo podría hacerte eso? ¿No confías en mí? –pregunté un poco molesta pero sin separarme de él y sin dejar de mirar sus perfectos ojos.

Se va a buscar el vestido y en ese momento puedo sacar mi emoción: dando saltitos, aplaudiendo, soltando uno que otro grito agudo. Estaba más que feliz, le gustaba, eso para mí era más que suficiente. Me quería (no lo dijo pero lo sé), me abrazó, me besó, todo. Era un día perfecto. A los poco minutos volvió. Yo en ese tiempo seguí cortando las verduras, siempre con una sonrisa. Me dio el vestido y le agradecí sin más. En mi pequeño bolso tenía papel y lapicera, los tomé y anote una fecha, una hora y mi dirección para luego entregárselo con emoción.

- Esta es la dirección de mi casa, el día y la hora de la fiesta.. Espero que puedas ir, sería lindo verte –le sonreí con dulzura. Lo abracé con fuerza, sin querer dejarlo ir nunca y luego le besé sonoramente la mejilla.- También me gustas Ewan.. –le susurré en el oído. Lo besé tiernamente, acariciando sus hombros. Nunca creí tener el valor como para hacer algo parecido pero al lado de él me sentía valiente, diferente, y más ahora que sabía lo que sabía. Me separé de él otra vez y rocé nuestras narices con lentitud.- En serio debo irme, no tendría que estar aquí, mi madre me matará si sabe que estoy acá.. –acaricié su mejilla. Lo quería, y mucho. No sabía si alegrarme o preocuparme por ello.

Creo que en estos últimos minutos sentí demasiadas cosas. Lástima, tristeza, confusión, impulso, nervios, risa, depresión, enojo ¿Quién sabe qué mil de cosas más? Cosas que no puedo controlar y eso me está matando. Por solo un momento me gustaría retroceder y no haberlo hecho… y a la vez no, siento que podría repetir eso una y otra vez.

Veo sus expresiones mientras hablo y pienso que me tengo que tranquilizar. No soy bueno con esto, soy paciente, soy tranquilo, pero si me guardo tanto las cosas me altero y termino enojado y haciendo las cosas con fuerza, como un bruto. Me rodea el cuello y siento como un escalofrió baja por mi espalda. Cuando me acaricia el pelo la beso con más ternura, lentamente. Luego sonrió un poco, para después intentar responder la pregunta –Todos hacen eso ¿sabes? Pero como a mí no me gusta, no tengo tiempo para eso, y no somos juguetes como para andar jugando… ¿Se entiende? Por eso lo pregunte- explico nervioso.

Cuando vuelvo de la tienda, me quedo mirándola un rato mientras sigue cortando. Me da una nota con una fecha y hora más una dirección, al instante supuse para que era ¿Así que seguiríamos con el plan, eh? Sonreí ante esto, en realidad, no podía parar de sonreír, era algo que no podía evitar.

-Voy a hacer todo lo posible para ir…- murmure. Le correspondí el abrazo atrayéndola más a mí y me quedo sin aliento cuando escucho su susurro ¿Qué… que respondo a eso? Nada, porque nuevamente me está volviendo a besar y le correspondo sin querer hacer más nada. Me sigue hablando y me siento paralizado, estoy completamente embobado por ella y no sé qué hacer. Me quedo con la boca entreabierta para responderle pero no puedo –Está bien…- solo suelto y trato de sonreír.

Vuelvo a agarrar la llave y abro la puerta algo nervioso, salgo hacia afuera tomando aire y tapándome los ojos por el sol –Entonces… ¿Nos vemos ese día, no? ¿Tenes algún plan? ¿Queres que haga algo en especial allí?...- hablo sin pensar pero al instante me estoy acercando a ella rápidamente para volver a besarla, acariciándole las mejillas lentamente. No, no puedo creer que hace aproximadamente unas hora estábamos en la tienda, luego cocinando y hablando con mi hermana en la casa y después verla llorar, y besarla, y sentir todo esto, y terminar así sin más.

-¿Sabes? Deberías de dejar de ponerme hechizos, ¿Practicas con vudú o algo así? Porque la verdad no me creo que me tengas tan embobado…- digo en forma de broma y me rio. Dios, ni siquiera yo digo ese tipo de cosas, me siento muy alborotado por dentro.

Un tema de alto calibre como este realmente tendría que ser dialogado correctamente. No por el simple hecho de que haya existido un beso y una mezcla de confesiones y situaciones que eran realmente tensas. Yo siempre imaginé que él iba a decir que le gusto de manera directa pero porque estaba seguro y quería arriesgarse por mí, no que salga a raíz de una creencia tonta de que yo estoy jugando con él. Aunque, yo también pensé por unos momentos eso. Odio mi inseguridad, realmente la odio.

La felicidad invade mi cuerpo y casi explota mi pecho de la sensación que me da besarlo tanto y ser correspondida de la mejor manera. Definitivamente Ewan era la mejor persona que existí, demasiado tierno, demasiado atento, demasiado perfecto. Asiento cuando me explica.- Bueno, yo no soy de las que juegan.. -dije sin dejar de acariciar unos mechones de su pelo, casi rozando su nuca.- Bueno, sí.. Me gusta jugar.. Pero a otra cosa.. -le guiño un ojo y lo beso, pegándome lo más posible a él. ¿Que te pasa Julie? No eres así. Pareces una alzada. Y sí, en eso tenía razón mi mente, debía calmarme, y ya.


La verdad nunca creí tener el valor suficiente para decirle que me gusta, no me lo esperaba, y creo que él tampoco. Su cara lo decía todo. Ríe dulcemente al verlo así, me hacía considerarlo más perfecto aún. Salgo detrás de él con una pequeña sonrisa. ¿Su hermana nos habrá visto? ¿Está muy mal esto? En estos momentos no me importa. Llevaba el bolso cargado a mi hombro y llevaba el vestido con cierta delicadeza. Alzó las cejas al escucharlo, me vuelve a besas y yo no puedo evitar reír.- ¿Qué es lo que quieres hacer? Hay miles de cosas que se pueden hacer.. Yo no tengo nada en mente.. -suspiré.- Eso sí, te olvidas de qué Distrito eres, no vaya a ser que te maten antes de que puedas volver.. -agregué seria. Mis padres eran bastante estrictos con sus fiestas, debía salir todo perfecto.

Abrí mi boca cuando dijo que.. ¿Qué fue lo que dijo? Lo tengo hechizado, eso sí que era perfecto. Me reí con él y negué con la cabeza.- Dios, no me mientas.. No soy la gran cosa.. Y no hago nada raro, creo.. -me muerdo el labio mientras lo miro a los ojos. Si sigo así, caminando y mirándolo, voy a tener la cara en el piso en unos pocos minutos. Me paro de puntitas y le doy un beso en la mejilla.- Eres tan lindo.. -lo abrazo y coloco mi cara en su pecho, respirando su aroma. Estaba sonrojada y no, no quería que lo notara. Él era el que me lanzaba hechizos no yo.- ¿Quieres hacerte pasar por mi novio en la fiesta? -pregunté sin pensar. Estúpida Julie. Nunca había hecho preguntas tontas, sin pensar en las consecuencias, definitivamente Ewan está alterando todo lo que soy.

En cualquier momento siento que voy a explotar estando así. De emoción o de felicidad, lo que sea. Esto de explicar sobre como juegan no es lo mío, pero me siento tan solo un poco mejor escuchar que ella no. En realidad tengo muchas cosas en la cabeza ahora mismo que no me están dejando disfrutar completamente. Pero esos pensamientos los voy borrando de mi mente de a poco.

Pienso en aquella fiesta y lo que podría salir de ahí. No, probablemente no termine bien. Pero tal vez es eso lo que la haría divertido. –Tranquila, se actuar- sonrío un poco. Lo intentaría, no pierdo nada con eso. Tal vez gane un ojo morado, ¿pero qué más da? – ¿Hay algún lugar de la casa donde pueda salir corriendo si pasa algo? No quiero morir descuartizado- digo irónicamente.

Sonrío ampliamente cuando me abraza luego del beso en la mejilla, pone su rostro en mi pecho y acaricio lentamente su pelo. Me quedo boquiabierto por la pregunta, sin saber que responder exactamente –Yo…- me rio -¿ves? Si tenías una idea- sonrío de lado –mientras que no te cause ningún problema, me parece bien- me encojo de hombros. Pensar en eso me pone un poco nervioso, en realidad en serio no quería causar ningún problema.

Empiezo a caminar, pasando nuevamente un brazo por la cintura de ella. Rezo para que la caminata hasta la estación no se haga tan larga. Si no, podría desmayarme tranquilamente al volver a casa. Camino silbando un poco, o tarareando alguna canción. Minutos después, sin darme cuenta, ya estamos en la estación de trenes subiendo las escaleras. Me apoyo en unas paredes y la miro con una sonrisa ladina.

La tomo del rostro delicadamente y la acerco más a mí, preguntándome si está mal que la gente nos vea. Sería muy normal que en dos días todos estén rumoreando que “El chico Browning dejo embarazada a una chica del Distrito uno”. Seria gracioso, aunque a mi padre no le agradaría mucho. Solamente la gente está aburrida e inventa cosas y las exagera. La vuelvo a besar, dándole un beso corto, de despedida –No pierdas el tren…- susurro.

Abrumada.

Esa es la palabra. Eso era la consecuencia de estos sentimientos sacados a flote en unos pocos minutos. Yo había venido por un vestido.. y también por él, pero eso no va al caso. No puedo creer que.. Lo besé, que nos confesamos todo y más.

Obviamente, nada va a pasar, al menos no ahora. Sería muy estúpido pasar de nivel en nuestra relación ahora. Además, la fiesta, si lo descubrían tenía la entrada prohibida al Distrito, a menos sola, y mi madre me controlaría. Teníamos que ser cuidadosos. Reí con su comentario.- La puerta de servicio que da hacia el jardín, es lo más seguro.. –me mordí levemente el labio.- Yo que tú empezaría a ejercitarme porque es bastante grande, jamás llegué a la salida trasera caminando –exageré. Era enorme, pero como mucho debían ser unos cien metros. Sí, teníamos una de las casas más grandes del Distrito.

¿Dije que estar abrazada a él es una de las cosas más lindas? Bueno, lo es, me siento tan cómoda, tranquila, me siento yo misma aunque no lo sea, me siento mucho mejor en todo sentido.  Me sonrojo demasiado cuando veo su reacción a mi pregunta. Lo sorprendí, mucho, y no sé si eso es algo bueno o malo. Lo escucho atentamente, y sí, sé que será extraño, pero podríamos intentarlo.- Sí, no está mal, si te preguntan eres nuevo en el Distrito y que la fiesta es tu primera reunión social seria, no lo sé.. No va a estar todo el mundo allí, casi.. -.

La caminata era en un cómodo silencio. Iba con una pequeña sonrisa, mientras repasaba todo lo ocurrido y más. Mi cabeza apoyada a su hombro. Esto no está bien, pero me hace más que bien. Mis pies dolían, iba a morir si seguía caminando pero no lo diría, no esta vez, tendría que empezar a ser menos quejosa de ves en cuando. Al llegar a la estación de trenes me mordí el labio, no quería irme, realmente no. Si por mí fuera me quedaría más tiempo, me gustaría ver a Ewan cosiendo, cortando, confeccionando vestidos, verlo jugando vídeo juegos y demás, quiero saber realmente de él.

Me acerca a él y le sonrío dulcemente. Es tan lindo. ¿Se nota que me mueve el Universo? Ya el piso ni existe, es Universo. Sus besos, no puedo corresponderlos, sigo más que asfixiada por la situación, por la rapidez de todo. Asentí a lo que dijo.- Está bien.. Te veré muy pronto.. -sonreí tímidamente, rodeé su cuello con mis brazos y lo besé intensamente, queriendo que el tiempo se pare en ese instante.- Lo siento.. Yo solo.. Era un beso de despedida.. No nos vamos a ver por mucho tiempo y.. -suspiré. Me había puesto nerviosa de la nada, me molestaba demasiado eso.- Vas a estar hermoso de traje.. -susurré y le di otro pequeño beso.- Nos vemos.. -me quedé helada mirándolo sin ningún porqué y tuve que entrar corriendo al tren con todas las cosas que llevaba. Era un desastre. Me acerqué a la ventanilla pequeña y saludé a Ewan desde allí hasta que no lo vi más.

Definitivamente ya estaba contando los días para verlo de nuevo.