We're not friends, you should love me ~ Ripen

Apenas salgo del trabajo voy corriendo hasta casa para cambiarme de ropa rápidamente, no se me hacía tarde, pero tenía muchas cosas que hacer. Mi madre por suerte está en casa, calentando la comida, le agradezco eternamente. Le había comentado la idea vagamente, había dicho algo como “Voy a tener una especie de Picnic con Ripen”. Me doy una ducha rápida, porque seguía con el maldito olor a aceite del trabajo y voy hasta mi habitación para elegir la ropa. Me pongo nervioso, no sé si debería vestirme normal o arreglarme un poco. Finalmente decido no pensarlo mucho, una remera clara, jeans, botas, abrigo y la cruz colgando de mi cuello, no podía tardarme tanto.

Con la cena guardada en los tuppers en la mochila y todo lo demás que me faltaba, salgo para ir hasta el tren. Antes del trabajo había pasado por ahí para arreglar todo, los trenes abandonados no se mantienen exactamente limpios, probablemente seamos los únicos en pisar el lugar en mucho tiempo. Minutos después estoy allí, acomodando nuevamente la mesa entre los asientos, en un lugar con mejor vista. Saco los platos, los cubiertos y las velas. Cuando se va siendo la hora, pongo la comida que por suerte se mantuvo caliente y prendo las velas. Las manos me empiezan a temblar cuando pienso lo que estoy a punto de hacer, ya llevábamos días viéndonos, besándonos, tocándonos, como si fuéramos una pareja, no podía ser tan difícil preguntar “¿Te gustaría ser mi novio?”, pero los nervios seguían ahí porque todavía había un porcentaje de que diga que no. Salgo hasta la entrada del vagón para esperarlo, viendo como el reloj de mi muñeca marcaba cada minuto.

Estaba nervioso. Iba a tener una especie de cita con Fox. Había estado hablando una hora entera con Arielle sobre qué debería ponerme, las posibilidades de que esto sea más serio, de que quiere terminar todo. Casi mato a Adrian cuando se metió en la conversación, y no solo eso, metió esa idea de terminar en mi cabeza, él sigue pensando que soy heterosexual, ya pensaría luego cómo decirle la verdad. Mi hermana terminó eligiendo mi ropa porque yo no estaba muy decidido, tenía varias opciones pero ninguna me convencía lo suficiente. Lo único que tenían en común: informalidad. No creo que sea necesario ir muy bien vestido para ver a Fox, es decir, es Fox.

Salí rápidamente, después de ducharme y ponerme los jeans, una remera común, mi chaqueta y un beanie por que tenía el pelo un poco húmedo. Esto era algo raro, hace mucho que no andaba por los trenes abandonados, había estado dos veces para saber los cambios en el funcionamiento de la maquinaria. Es un lugar bastante sucio realmente. Frunzo el ceño cuando veo su silueta, ¿qué es todo esto? Sonrío levemente cuando llegué hacia a donde estaba Fox, rodeé su cuello y lo besé. Sí, estaba parado de puntitas.- Hola hermoso.. -susurré en sus labios y lo volví a besar, esta vez apegándome más a él.- Se que me extrañaste mucho.. -lo abrazo, se estaba poniendo un poco fresco. Acaricié su espalda lentamente.- ¿Cómo estás? ¿Cómo te fue hoy? -pregunté aún con mi cara en su hombro. Amaba el olor que él poseía, era perfecto. En realidad, todo él es perfecto.

Lo veo a lo lejos caminando y no puedo evitar sonreír, y casi todos los nervios se van. Y Dios, nunca había caído tan bajo enamorado, digo, siempre me había gustado Ripen, pero nunca lo había tenido para mí. Ahora que lo tengo, siento que floto cada vez que lo veo, es como una necesidad de siempre tenerlo cerca, y tocarlo y besarlo, o hasta solo con abrazarlo me siento así. Lo peor de todo es que no me canso, el sentimiento aumenta más cada día. No me doy cuenta cuando ya está frente a mí y me besa parado de puntitas. Cada vez que hace eso se me debilitan las piernas y esta no es la excepción. Lo abrazo por la cintura –Hola- murmuro en respuesta y le correspondo el beso.

Me abraza y me apoyo en la pared del tren para no caerme. Muevo mis labios hasta su oído –Y yo sé que también me extrañaste mucho- beso un poco su cuello y sonrío –Bien. Ya sabes, mucho trabajo, estuve un poco nervioso porque… bueno, ya te vas a enterar- digo esto último un poco emocionado -¿Vos cómo estás?- lo suelto y me pongo detrás de su espalda, tapando sus ojos con mi mano derecha –Te tengo una sorpresa, así que no hagas trampa y no intentes mirar- le vuelvo a susurrar en el oído. Abrazo su cintura con el otro brazo y alzo el cuerpo de él, subiendo el escalón de la entrada –Por cierto, ese beanie te queda perfecto- digo mientras dejo que sus pies se apoyen en el suelo. Aun tapándole los ojos, lo conduzco por los vagones hasta que llegamos al que tiene todo preparado. Nos detengo, justo en frente de la mesa para que pueda ver todo. Destapo sus ojos y apoyo mi cabeza en su hombro estando todavía detrás de su espalda. –Sorpresa- susurro con una sonrisa.

Sus labios, no había nada que me fascinara más que sus labios. En estos días, que fueron pocos, me hice más que adicto a ellos. Nunca pensé que dependería de él de esta manera. Sentí un cosquilleo recorriéndome la columna cuando me habló, su voz tan ronca puede hacer que me estremezca con solo un susurro.- Claro que sí.. -le di un pequeño beso en su cuello. Alzo una ceja cuando me responde.. ¿Esto..? No será lo que estoy pensando, ¿no? Digo, es nuestra primer cita oficial y.. No lo sé. Tendría que dejar de pensar tanto.- Yo.. Estoy bien.. Todo normal en el trabajo.. -respondí con el ceño fruncido. Estaba raro, estaba emocionado. Me gustaba pero.. Nunca sé qué esperar cuando él está emocionado por algo.

Trato de evitar que tape mis ojos pero lo hace de todas formas. ¿Qué es esto? Sonrío levemente al oírlo. No me gustaban mucho las sorpresas, es como que siempre el otro espera que a uno le guste y.. Si es todo lo contrario.. No me gustaría herirlo de ninguna manera. Entro al vagón con su ayuda y le sonrío cuando me habla.- Gracias.. -susurro. Tendría que actuar mejor, mucho mejor.- ¿Es necesario esto? Puedo actuar como sorprendido si queres.. -voy con el ceño fruncido, no sé a dónde voy, estoy en los trenes que tienen el peor estado que vi en mi vida. Son completamente asquerosos para mí. Nos detenemos y automáticamente siento el olor a comida, olía espectacular.

Analizo por unos segundos lo que tengo frente mío. Velas, el lugar lo mejor arreglado posible, la comida. Es una persona increíble, siento que muero de ternura por dentro. Pensó en hacer todo esto, seguro se habrá esforzado demasiado para hacer que el vagón parezca algo lindo. Pero.. No puedo emitir palabra alguna, no sé cómo reaccionar. Odio y amo esto, lo amo a él y todo lo que hace pero odio el lugar, odio tener que estar con él en estos lugares, no es justo.- Fox.. Yo.. -suspiré. Me doy vuelta y lo atraigo a mí para besarlo.- Sos perfecto, ¿sabías? -susurré en sus labios. Camino alrededor de la mesa pero dudo en sentarme.- ¿Qué vamos a comer específicamente? -estaba demostrándole de cierta forma que sí, me gustó la sorpresa y que amo lo que hace por mí, por nosotros.

Todos los nervios me vuelven pero intento parecer tranquilo mientras camino con él aun tapándole los ojos. Cuando lo suelto me cruzo de brazos e inspecciono su reacción, no es que me esperaba que se ponga a saltar de la emoción, así que estoy conforme con como lo está tomando. Le correspondo el beso dulcemente –No, no es para tanto, no soy perfecto…- murmuro separándome un poco. –Escucha, sé que el lugar es una mierda- aclaro –Pero, pensé que si cenábamos en mi casa sería muy incómodo, y no podía ser en ningún lugar público tampoco y lo único que se me ocurrió fue esto- suspiro y lo miro –Es lo que hay si no queremos levantar la sospecha de nadie- lo miro caminar alrededor de la mesa.

Estoy intentando contener la risa, aunque se me nota en la cara. En realidad no sé de qué me estoy riendo, si por su reacción o por los nervios. Me siento y lo tomo de la cintura, haciendo que él se siente encima de mis piernas –Hey, limpié todo a la mañana, te lo aseguro, no vas a morir infectado- me río y lo vuelvo a besar, acariciando su pierna. Me encantaba, me encanta todo de él y me encanta tenerlo así para mí y me encanta poder besarlo y si hago una lista completa de todo lo que me gusta de él no terminaría nunca. Me separo un poco para mostrarle los platos y me muerdo el labio –No es nada especial, es pollo con salsa y papas- le dejo besos por el mentón, la mejilla y dejando un camino hasta su oído –Y bueno, no hay postre porque pensé que podrías comerme a mí- le susurro con la voz un poco más ronca y río levemente, le empiezo a besar el cuello y sonrío contra su piel –Creo que si no empezamos a comer se va a enfriar- lo tomo nuevamente de la cintura y le dejo otro beso en los labios.

Asiento levemente a lo que me dice, claro que esto era una mierda. Muerdo mi labio levemente y maldigo por dentro en todos los idiomas posibles. Tenía razón, y suficiente que él sabía que yo era completamente homosexual. Si teníamos que hacer público todo.. No podría.- Entiendo Fox.. No te preocupes por eso.. -. Sonrío cuando toma mi cintura, y aún más cuando me siento encima de él. Río con el comentario, ¿tan obvio soy? ¿Es muy obvio que odio el lugar? Le correspondo al beso, acariciando su perfecta melena de piojos. Amo lo despeinado que va por la vida, es muy perfecto. Si yo llego a hacer eso muero. Mientras me muestra los platos, no dejo de acariciar su pelo y rascar su cabeza.

Cierro mis ojos y me dejo besar por él. Cada beso que depositaba hacía que una chispa me recorriera todo el cuerpo. Muerdo mi labio inferior.- Me gusta el postre.. Mucho.. ¿No puedo comer eso primero? -tomé su rostro para alejarlo de mí y poder besarlo profundamente. No sabía si esto era real o no, por lo tanto disfrutaba de cada segundo como si fuera el último, como si en cada instante tuviera que despertar para ir a trabajar. Niego con la cabeza.- No.. Quiero mi postre primero.. -protesté, haciendo puchero, como si tuviera, no sé, cinco años. Masajeaba sus hombros, sus músculos, se sentía genial que todo esto sea sólo para mí en este momento. Comencé a besarle el cuello.- Faltaría un poco de crema y estaríamos completos, ¿no te parece? -le guiñé un ojo. No sé de donde sale esa persona que aparenta ser yo pero supongo que eso a él le debe gustar, sino ya estaría en la basura.

Me acomodo mejor, quedando frente a la mesa, mi espalda contra su pecho. Tomo los cubiertos y corto un pedazo de pollo.- Lo hizo tu mamá, ¿no? -pregunté apenas lo probé, estaba riquísimo.- Decile que amo todo lo que cocina.. -corté otro trozo y se lo di en la boca. Sinceramente no me cansaría nunca de cenar así. Es completamente cómodo, romántico.. Y yo soy todo un cursi que no puede dejar de mirar al chico que lo trae loco mientras come.

Muero de a poco cuando siento sus dedos en mi pelo, hace que me ablande completamente e intento besarlo con un poco más de intensidad. Aun cuando ya no lo estoy besando y le estoy hablando sigue acariciándome el pelo, me recorre un escalofrió por todo el cuerpo y sonrío. Niego –El postre siempre va para lo último, no podemos romper el protocolo- bromeo y le correspondo el beso, dejando que mi lengua invada su boca. En ningún momento pienso en lo que le voy a pedir hoy, él me distrae bastante fácil y está bien, porque no quiero andar pensando en cómo lo voy a decir, quiero que salga fluido y no forzado, no importa si digo algo que me deje en vergüenza.

Le dejo un beso casto en los labios cuando protesta y hace puchero, no puedo dejar de mirarlo y sonreírle, sintiendo sus manos en mi cuerpo, inclino un poco el cuello para dejarle espacio y cierro los ojos. Me muerdo el labio -¿Podemos probar lo de la crema otro día?- sonrío pícaramente. Le acaricio la cintura, ayudándolo a acomodarse y espero su opinión sobre la comida, porque ni siquiera yo la probé. Asiento –Si, me ayudó mucho, no estoy en casa casi nunca por el trabajo, así que no tuve tiempo- beso su hombro tiernamente y pruebo el trozo de pollo que me dio en la boca –Aunque ella no sabe en qué me ayudó- río –Sabe que iba a cenar con vos, como amigos, en tu casa- alcanzo la botella y nos sirvo un poco de agua.

Tomo mis cubiertos y también corto un poco de pollo, dándoselo en la boca. Si alguien nos mirara ahora mismo, seguramente vomitaría arcoíris o algo así, pero a mí me encanta que seamos así, una mezcla de dulzura y lujuria. Espero que esto nunca se acabe, que no se vuelva aburrido, pero estoy seguro de que yo no me aburriría de él.

Me encuentro más que cómodo besándolo sin parar, su piel es suave, perfecta. Alzo una ceja al oír su respuesta, una bastante inesperada para mí. ¿Ese era mi Fox? Me encantaba escucharlo así, solté una pequeña risa. Promesas, promesas que yo me voy a encargar de que se cumplan. Sonrió al saber que había acertado. Nadie cocina mejor que su madre, que es como una segunda madre para mí. Volteo fingiendo sorpresa.- ¡Que mentiroso Fox! Eso no se hace.. Pobre tu mamá.. No se lo merece.. -me río y como el pedazo de pollo que me da.

Tomo una de las papas, muerdo la punta y se la ofrezco. ¿Desde cuando éramos tan.. cursis? Es asqueroso, parecemos nenitas. Y, sin saber por qué, en ese momento empiezo a hacerme preguntas sin parar. ¿Somos mejores amigos con derechos? ¿Está esto bien? ¿Qué parecemos? ¿En dónde vamos a terminar? ¿Cuándo nos vamos a estrellar con la realidad?- Fox.. -susurro acariciando sus manos.- ¿Qué estamos haciendo? -preguntó algo ido, sin saber si debía mirar sus ojos o no. 

Corto un trozo de pollo y como en silencio.- Siento.. -suspiro.- Siento que estamos un poco jugando con fuego, no lo sé.. -rasco mi cabeza. ¿Qué carajos estoy diciendo? Lo miro.- Amo estar contigo, cada vez que te veo.. El resto del mundo se borra y.. me preocupa.. -no sé a dónde apuntar, a dónde quiero llegar, no sé qué hacer. Y creo que es el momento perfecto para que hablemos seriamente de lo que nos está pasando.

Me río mientras lo veo comer y me quedo pensando un poco, mientras le doy un mordisco a la papa que me ofrece -¿Cómo crees que se lo tome mi madre si le llego a decir que su hijo… tira para la otra acera?- frunzo los labios y tomo otra papa. No estoy listo aun para contárselo, tampoco a mi padre, el único que lo sabe es mi hermano (quien fue el que me ayudo a entender porque sentía cosas raras hacia los hombres) y se lo tomó bastante bien, pero mis padres son una historia aparte. No les había contado porque todavía las mujeres me siguen gustando, y estaba esperando a tener un novio o algo así para admitirlo, y ahora tengo a Ripen, pero nosotros no somos pareja, somos… algo.

Me doy cuenta tarde que me quede varios segundos pensando, oigo mi nombre y lo tomo de las manos cuando siento las caricias. Me pongo tenso al instante, no, la charla no tenía que ser ahora, tenía que ser cuando termináramos de comer porque todavía ni siquiera pensé como se lo iba a decir. Lo imito y sigo comiendo el pollo, escuchándolo sin decir una palabra. –Estamos haciendo lo que queremos, lo que tú quieres ¿No? Rip…- me remojo los labios, nervioso. –A mí también me preocupa porque siento lo mismo y yo… ¿Se supone que está bien? ¿Se supone que esto se tiene que sentir así? Nunca me sentí así con nadie y no lo entiendo- me tiembla la voz pero trato de ignorarlo.

Me acomodo un poco para poder tomarlo del rostro y acercarlo a mí para besarlo. Me detengo mirando sus labios y todos los pensamientos vuelven a mí. ¿Esto va a funcionar o es una pérdida de tiempo? Estoy preocupado porque sé que no lo merezco, el necesita a alguien que aguante todo lo que se nos está por venir. Alguien que aguante ocultar esto porque él no puede ser gay tranquilamente por su padre y porque yo aún estoy encerrado dentro de un closet oscuro. Yo seguro no aguantaría todo eso, no lo merezco, pero estamos aquí y me tiene en la palma de la mano. Me alejo un poco para poder mirarlo a los ojos y rezo por no ponerme a temblar. –Ripen…- susurro su nombre y las palabras salen de mi sin siquiera poder pensarlas –Me gustaría saber si serías mi novio, pero no sé si soy lo suficientemente bueno para ti-.

Me río y me encojo de hombros, era un tema bastante delicado para mí. Algo que estaba siempre en mi cabeza, aunque piense en otra cosa más importante, siempre está ahí, molestando.- Fox, tal vez reaccione como mi hermana y lo acepte.. Tal vez todo lo contrario.. -suspiro, era un tema que ni yo sabía cómo manejar porque nunca nadie me aconsejó, y tampoco tengo experiencia.- Lo mejor sería que se lo digas.. Tomar valor y enfrentarlo.. -susurro. Eso es lo que yo tendría que hacer y no me animo en lo absoluto.

Me toma de las manos, su piel es cálida pero no me tranquiliza, este es mi momento de todos los días, donde todas las dudas y cuestionamientos rondan por mi cabeza, preocupándome. Asiento levemente a lo que dice, él me entiende, sé que lo hace.- Supongo que el amor, el cariño y todo esto es algo que está bien, sin importar que.. -susurro, citando las palabras que mi hermana me dijo cuando le confesé mi orientación sexual.- Me gustaría entender esto, nosotros, poder responder estas preguntas que me carcomen.. -mordí levemente mi labio.

Lo beso. Y sé que en ese momento me declaro el fan número uno de los labios de Fox Moriarty. Estaba perdido. Por completo. Lo único que tenía en la cabeza era él, él y nada más. Se aleja y lo miro a los ojos cuando dice mi nombre. Me paralizo por completo al escucharlo. ¿Es esto real? ¿Estaba todo planeado o me lo soltó de repente? ¿Es porque piensa que necesito algo serio en mi vida o que necesito alguien a mi lado? Frunzo el ceño levemente. No, ¡claro que no! Sería completamente inútil que haga eso.- Emmm.. Yo.. Foxie.. -suspiro.- ¡Cállate! -alzo la voz de la nada.- ¡Eres perfecto! ¡¿Cómo podrías no ser suficiente?! ¡Mira lo que has hecho! ¡Yo no lo merezco! ¡Yo soy el que no es bueno para ti! -lo beso intensamente, con mis manos acariciando su melena.

No sé el porque de mi reacción, realmente fue.. bastante estúpida, exagerada. Si fuera mujer, definitivamente estaría en mis días. Sonrío y rozo nuestras narices.- Si Foxie.. Quiero ser tu novio.. Quiero estar contigo oficialmente.. -respondo finalmente y vuelvo a besarlo.

Pienso en el tema, en algún momento tendría que decírselo a mis padres. Tal vez mi madre reaccione de una forma buena, podría apostar el %80 de que lo haría, pero no estoy seguro de mi padre. De todas formas, no iba a decírselo a ellos hasta que lo de nosotros dos se vuelva algo real, porque si esto no funciona, no tengo pensado enamorarme de otro hombre. Me duele al ver como se pone al hablar sobre esto, quisiera abrazarlo, pero no lo hago para que no se dé cuenta que lo noto.

Estoy pensando en salir corriendo cuando veo su reacción, no importa si parecía un cobarde. Grita que me calle y doy un pequeño salto del susto, lo miro incrédulo, esperaba todas las reacciones del mundo menos esta. Frunzo el ceño y estoy a punto de reprocharle por gritarme y decirme que él no es bueno para mí, pero al instante me besa acariciándome el pelo. Aprieto su cintura con mis manos y podría decirse que prácticamente le como la boca, era demasiadas emociones para un día y así reaccionaba.

Nos separamos y sospecho que mis labios se están volviendo rojos, roza nuestras narices y me quedo atontado escuchando sus palabras ¿Escuché mal? ¿Dijo que si? ¡Dijo que sí! Había cambiado de reacción de un segundo al otro. Sonrío, mi pulso está yendo rápido. Cualquiera hubiera tomado a mal esto, pero yo no, estaba acostumbrado a él.

Me vuelve a besar y mientras le correspondo, lo agarro de las caderas y rápidamente lo acuesto en los asientos del tren, riendo de felicidad y tratando que nuestras piernas no tiren la mesa. -¡Gracias, gracias, gracias!- estoy llenando su rostro de besos por todos lados y me vuelvo un tonto enamorado. -¡Idiota! Cuando me gritaste pensé lo peor, me asustaste…- hago un puchero, luego sonrío y me inclino para besarlo dulce y lentamente, sin medir el tiempo. –Ripen, me estás volviendo loco- murmuro contra sus labios y hago que nos volvamos a sentar, retomo la compostura y noto que estoy temblando de la emoción. Me paso las manos por la cara y agarro un vaso con agua. La bebida sigue fría, por suerte –Demasiados sentimientos para mi día- río.

Un idiota, eso es lo que soy. Un completo idiota. ¿Cómo puede ser que tenga reacciones así frente a lo inesperado? Es Fox, es la persona que más quiero. ¿Cómo se me pudo haber ocurrido que el decía eso por compromiso? Cada día tardan más mis neuronas en conectar ideas coherentes y eso me molesta, demasiado. Ver su cara ante mi reacción me hace sentir tan patético, pareciera que tuviera, no sé, unos catorce años. Lo único bueno de todo esto es que él me sigue aceptando más allá de todas las estupideces que digo y hago todo el tiempo.

Sentir sus labios, sus manos su pelo, es todo y más. Hace que quiera secuestrarlo, aislarlo del mundo y tenerlo todo para mí. Y esa reacción me invade cada vez más cuando me recuesta en el asiento. Me reí con él y traté de colocar mis piernas alrededor de su cintura, fallando el el intento, golpeando levemente la mesa. Reí aún más fuerte por mi torpeza y me sonrojé. ¿Por qué siempre tengo que pasar vergüenza frente a Fox? Es algo que estoy tratando de entender hace años. Mi sonrisa crece cada vez más y más cuando me da besos por toda la cara, achinando mis ojos. No podría querer más a este chico aunque quisiera. 

Me encogí de hombros inocentemente cuando me reprocha y le correspondo al beso como si fuera lo último que hiciera en mi vida..- ¿Yo te vuelvo loco? Discúlpame, vos me volvés más loco a mí –.Hace que nos volvamos a sentar y hago un puchero. Ya quería estar cerca de él de nuevo, ¿por qué tiene que ser tan adictivo? Odio esto. Sonrío cuando lo veo tragar el agua y al escucharlo. Me siento arriba de él y lo beso nuevamente.- Para mí también, más de los que yo puedo asimilar.. -susurro en sus labios y me alejo.

Me paro rápidamente e inspecciono la mesa.- No deberíamos desperdiciar esta comida Foxie, y menos si la hizo mi suegra.. -le guiño un ojo. Corto un pedazo de pollo y lo como. Todavía está tibio, lo cual es algo bastante bueno.- ¿Dije que tu mamá cocina demasiado bien? -dije con la boca llena, saboreando la comida. Corto un poco más, lo pincho con el tenedor y se lo doy en la boca con una sonrisa. Estaba feliz, más que eso en realidad. Trataba de demostrarlo lo menos posible.- Foxie, ¿por qué me elegiste por encima de los demás para ser tu novio? -.