Cigarrette Daydreams ~ Thiall

Corría a más no poder. Cada vez la distancia se hacía más y más grande, todo el mundo se cruzaba, me retrasaba, tenía que llegar a ella, como sea. No tendría que haberla dejado irse, tendría que haberla detenido, por más que ella haya perdido la apuesta. Fui un inútil y lo corroboré cuando Max me llama, a los gritos, rogando para que llegue. Empujé a más personas, no sé lo que parecía ni como me movía pero al fin la vi.

Mi mundo se paralizó por unos segundos.

Mi Thai. Mi hermosa y perfecta Thai. Tirada en el suelo, con algo de sangre saliendo de su frente. Caí de rodillas. No, esto era una pesadilla, esto no puede pasar.- Thai.. Thaiel.. Escúchame.. -está con sus ojos cerrados. El autor de esta mierda había huído, cobarde, ojala se muera, más pronto que tarde. La ambulancia no llegaba aún. ¿Tanto podían tardar? Esto es una emergencia. La besé sin importar nada.- Thai.. Por favor.. Despierta.. Thai.. -no encontraba su pulso, nadie me ayudaba, nadie, todos veían, todos susurraban, todos comentaban. Lloraba, sí, Niall Vanderbeer lloraba, no sabía que hacer, nunca presté atención a lo que se hacía en casos de accidente, no sé nada de primeros auxilios.

- ¡Por favor! -grité alterado, tomando sus hombros, sacudiéndola suavemente.- ¡Thaiel! ¡Te necesito! ¡Te amo más que a mi vida! ¡No me hagas esto! ¡No me dejes! -lloraba en su pecho.- Por favor.. Te amo.. No me dejes.. -susurré abrazándola.

Aún sigo sin entender cómo es que todas las pesadillas terminan si estoy durmiendo con Niall, no sé si es porque me siento protegida o algo por el estilo. Es un poco desagradable, no por mí, sino por él, no me gusta estar molestándolo cada noche, pero él parece aceptarlo. Probablemente por lastima, sé que él es el único que escucha como grito mientras duermo. Por lo menos me siento un poco mejor al saber que hay una mínima solución para esto.

Escucho a Niall pidiéndome que me despierte, abro los ojos y lo busco entre la luz apagada. Está con los ojos cerrados, está durmiendo. Frunzo el ceño y doy un sobresalto cuando grita “Por favor”. Estamos tapados con la sabana hasta el cuello aunque hace calor y lo estoy abrazando por la cintura. Vuelvo a escucharlo decir mi nombre, seguido de un “Te necesito, te amo más que…” y lo demás es inaudible porque está sollozando. Me apoyo en mi codo, sin procesar nada, lo siguiente que dice lo puedo entender perfectamente “Por favor, te amo, no me dejes”. No sé qué hacer, no puedo unir ni una palabra.

Tiro un poco de la sabana y lo agarro de los hombros moviéndolo un poco -¡Niall! ¡Despierta!- cuando creo que ya está despierto, aunque aún no veo bien, intento ayudarlo a sentarse y me acerco para abrazarlo un poco –Hey ¿estás bien?- murmuro –Fue una pesadilla, ya terminó- paso una mano por su frente para retirarle los mechones de pelo que le caen y le acaricio la mejilla con el pulgar, tiene la piel caliente. ¿Entonces así se siente estar del otro lado de la pesadilla?

Estaba a punto de tener un ataque de pánico. No se movía, no me decía nada, no se reía de mí por haber sobreactuado o algo por el estilo. Lloré con más fuerza, no podía estar pasando esto. Esto es mi culpa. Yo.. No lo sé.. Tendría que haber hecho algo.- Niall.. Se fue.. -susurró Max. Negué con la cabeza varia veces.- No, no, no, no no.. -susurraba, aferrándome más y más a ella. El dolor se expandía por todo mi cuerpo, mi pecho ardía, al igual que mis ojos. Sentía por primera vez ese vacío e impotencia del que todos hablan cuando perdes lo más importante que tienes y no podes hacer nada para recuperarlo.

Levanté mi cabeza cuando escuché su voz. Fruncí el ceño y sentía como todo se volvía cada vez más borroso y oscuro. No podía ver nada. Parpadeé varias veces hasta acostumbrarme a la poca luz. Miro hacia los lados y siento unas pequeñas manos ayudándome a sentarme, lo cual hago pero eso no logra que mi respiración se normalice. Y allí estaba ella. Estaba bien, me estaba abrazando, le correspondí al abrazo apegándome a ella. Estaba allí. Conmigo. La dejé ir a los pocos segundos, cuando recordé que esto es la vida real. Asentí levemente, todavía un poco tenso. Paso mis manos por mi rostro, y me doy cuenta que había estado llorando. ¿Qué?

- Thai.. -susurro.- Perdón.. Esto.. No.. Perdón, no quise despertarte.. -besé su frente. Hace un tiempo decidí que debía cambiar por completo con ella, tratarla mejor, justo cuando salí del hospital.- Creo que lo mejor es que.. Me moje la cara y volvamos a dormir.. -estaba desconcertado. No podía creer que estaba pasando, yo nunca me acuerdo de lo que sueño pero.. Todo estaba tan nítido, como si lo viviera. Cerré los ojos y mordí mi labio.- ¿Costó mucho despertarme? -pregunté sin pensar.- ¿Te golpeé o algo mientras dormía? -agregué preocupado. No quería esto, quería que ella no tenga más pesadillas, no que sea al revés.

Le acaricio la espalda en medio del abrazo hasta que nos separamos. Niego y frunzo el ceño ¿Se estaba disculpando por haberme despertado? Cierro los ojos y suspiro cuando me besa la frente. Era raro tener tanto contacto físico con él, o con cualquier persona. Normalmente no dejo que me toquen, ni siquiera dejo que me abracen tanto. Y ya había pasado mucho tiempo de la última vez que había dejado que él esté tan pegado a mí. Era raro, pero no incómodo. –Sí, está bien, volvamos a dormir- murmuro, me vuelvo a recostar y lo miro.

Intento recordar todo lo que dijo mientras dormía, intento unir las palabras y adivinar que soñaba. Lo único que se me ocurre es imposible y no sé si él va a querer que le pregunte. –No, no me costó mucho- niego –Lo único que hacías era gritar… cosas, o decías mi nombre- le acaricio el brazo. -¿En serio estas preocupado por si me golpeaste? Se supone que yo tengo que estar preocupada por vos- río un poco y me acomodo boca arriba apoyando las manos en el estómago. -¿Puedo saber que soñaste?- pregunto e intento no mirarlo, dirijo la vista hacia la ventana, para que no se sienta incomodo ni presionado para responder. Estoy cansada por recién haber despertado pero no tengo sueño. No sé qué hora es pero sigue siendo de noche y parece que no voy a poder volver a dormir.

Mi respiración ya estaba más controlada. Nunca había estado de este lado, del lado del que sueña, de su lado. Prefería estar del otro lado ahora, del que siempre estoy. Sé que solo con abrazarla y decirle que venga a dormir a mi cuarto o acostarme con ella se soluciona todo, ella se calma. ¿Por qué no puedo calmarme yo? ¿Qué es lo que me pasa? Me levanté rápidamente, ignoré el mareo que me nubló la vista, e hice mi camino al baño. Mojé mi cara varias veces. Estoy en la realidad, ella está conmigo, todo está bien y fue un sueño de mierda que tengo que dejar pasar. Vuelvo a mi cama más rápido de lo que me fui y me recuesto, tratando de estar lo más relajado posible.

Asiento levemente al escuchar que fue fácil despertarme, es decir que no duró mucho mi pesadilla realmente. Me tensé como nunca en mi vida cuando me dijo que decía su nombre y cosas. ¿Le habré dicho algo que no debía? ¿Así de estúpido? Respiré y traté de calmarme.- ¿Cosas? ¿Cosas como qué? -. Ella no podía saber lo que realmente pasaba conmigo, ella no podía saber que me estaban pasando cosas con ella, que cada vez que la veo encuentro algo nuevo que me gusta de ella, que me gusta, no debe saberlo. Esto está mal.

Solo le sonrío cuando me dice que no me preocupe por si la golpeé o no. De todas formas debía hacerlo, podía llegar a ser muy bruto a veces y lo menos que quería era golpearla a ella, y si la lastimaba mucho peor. Cierro mis ojos y muerdo mi labio con fuerza cuando pregunta. ¿Debería decirle?- ¿Prefieres que te mienta o la verdad? -pregunté, en broma y a la vez en serio, mirando su perfil, admirando su piel suave por enésima vez, como lo hacía cada noche. Si realmente lo supiera ya me trataría de acosador.- Si quieres puedo omitir detalles y demás.. -sonreí levemente, buscando sonar normal. Ya estaba pensando en qué le diría si me pedía que le dijera la verdad.

Lo veo raro y tengo miedo de que se desmaye, pero vuelve más rápido de lo que pensaba. Trato de pensar en que pudo haber soñado para que se asustara tanto, pero cada vez me alejo más de la idea original que tenía. Intento acostumbrar la vista a la luz apagada y siento como la cama se hunde cuando se vuelve a recostar.  

-Al principio decías mi nombre- vuelvo a repetir –Después… no sé, no entendía bien- miento –Le decías a alguien que lo necesitabas y que lo amabas y que no te dejara, eso- me encojo de hombros restándole importancia. Me acomodo acostándome de lado, mirándolo a él. Abrazo la almohada que uso para apoyar la cabeza y le sonrío.

-Prefiero la verdad… supongo- frunzo el ceño sin entender la pregunta, al instante la tomo como una broma y le resto importancia. –Me gusta el morbo, no omitas los detalles- le guiño un ojo y río en voz baja, aunque no sé si puede verme mucho. -¿Soñaste que mataban a alguien que te gustaba?- pregunto, pensando -¿O soñaste que yo mataba a alguien que te gustaba? Como decías mi nombre…- bromeo, de todos modos no es como si no hubiera pensado en asesinar gravemente a alguna de las chicas que está siempre con él. -¿Te tranquilizaste un poco?- pregunto murmurando.

Por estas cosas me gusta estar siempre del otro lado de la pesadilla. Nunca pensé que me pasaría a mí y, para empeorar las cosas, ser tan idiota de andar gritando su nombre, cuánto la amaba y lo que la necesitaba en mi vida. Cuando me muera merezco que en mi lápida aparezca escrito "El hombre más idiota de la historia", si es que se puede decir que soy un hombre. Mordí mi labio mientras jugaba con los bordes de la sábana que nos cubre casi todas las noches. ¿Qué pasaría si esto se hace algo recurrente? Me suicido. Está decidido.

Cuando me pide la verdad le sonrío. ¿Qué hago? ¿Cómo puedo inventar algo que suene lo suficientemente parecido a lo que dije mientras dormía?– Emm.. Yo te vi a vos y a una chica, de la que estoy enamorado, muriendo –qué inteligente Niall, ¿y ahora qué?– No soy tan fan del morbo yo, no me hagas esto... –bromeo, pegándole levemente en su brazo y riendo un poco.– Las dos se estaban desangrando y no sabía qué hacer, las veía morir... Son personas muy importantes en mi vida y las estaba perdiendo. –finalizo serio, cambiando radicalmente de una mentira a lo más cercano a sinceridad. A veces me gustaba los rápidos cambios de mis expresiones y de mis tonos de voz.

No mentí tanto, ¿no? Podría haber dicho cualquier otra cosa rara. Fue una pequeñísima mentira. La chica que amo y mi hermana son la misma persona. Pero sólo es eso. Nada del otro mundo. Asiento levemente a su pregunta.– Estoy mejor, no te preocupes. –suspiro y paso mi brazo alrededor de sus hombros.– ¿Tenés sueño? Porque yo realmente no –pregunto con una pequeña sonrisa en los labios.– Si quieres –prendo la lámpara que está cerca nuestro– podemos pasar el rato tomando algo de alcohol –propongo con una sonrisa, tratándome de acostumbrar a la luz.– Tengo un par de botellas guardadas –. Me importaba una mierda el coma alcohólico que tuve, tenía ganas de tomar algo y bajar la tensión que me provocó esa pesadilla y el saber que puedo hablar en sueños. Podría haber dicho algo que la haya hecho pensar que yo estaba enamorado de ella y eso sí que estaba mal.