But baby running after you is like chasing the clouds ~ Ewan

Estaba otra vez yendo al Distrito 8. Mi madre mandó a una de las sirvientas a buscar el pedido de ella pero obligué a la sirvienta a quedarse mientras yo iba a buscarlo. Le extrañó, por supuesto, pero lo dije que quería ir a encargar un vestido que fuera a mi completa medida. Ella, como la estúpida que es, me creyó.

No sé qué es lo que me pasa últimamente, tengo ganas de ver a ese chico, el de los ojos azules.. Ewan. Un nombre imposible de olvidar. Lo admito, me gusta, y mucho pero.. ¿Por qué no nació en un buen distrito? Si fuera del dos, del uno.. ¡Hasta del cuatro! Yo ya me estaría casando con él, pero no. Tengo que hacer semejante viaje en tren para verlo unos minutos.

Suspiré y me encaminé hacia el local en el que trabajaba. Nunca supe si era de su familia o él sólo estaba ahí. En realidad, creo que debo agradecer que con suerte sé su nombre.  La gente me miraba raro, no traía nada del otro mundo, una remera blanca con algunos bordados brillantes, unos shorts muy cortos y.. Unos zapatos con algunas piedras preciosas. Pero esa no es razón para mirarme.. ¡No es mi culpa que mi abuela tenga dinero y me regale cosas!

Resoplé y entré molesta al local por todas las miradas que recibía, usualmente la gente rica no camina por aquí sino que son transportadas.- ¡Evan! ¿Dónde estás? ¡Te necesito aquí urgente! –demandé. Me “equivoqué accidentalmente” su nombre. No me importó si había gente, si otra persona me podía atender o si él estaba ocupado. Lo quería conmigo ahora.

Contando las horas para al fin irme a casa, tengo tan solo descanso de 10 minutos. Miro el reloj que esta acomodado, inclinado, en la pared. Camino con paso apresurado hacia el baño. Tapo mi vista con la mano, dejando que la luz fosforescente no me deje ciego.

Abro la canilla y me mojo la cara, al igual que el pelo, tratándome de refrescar por lo menos un poco. Escucho un grito, y creo que va para mí, porque reconozco la voz, reconozco ese cambio de nombre.

Solo pasaron cinco minutos, y creo que se terminó mi descanso antes. Me hago esperar, camino lento hasta la sala principal del negocio, luego me asomo un poco por la puerta. Creo que mi hermana menor le está hablando, explicándole que ando haciendo.

Cuando mi hermana se va, me quedo mirando a la chica un rato. Noto su vestimenta, y noto que… si, no es tan común. Y noto que todos la miran, especialmente los chicos de la otra cuadra, aunque no dicen nada. Me cruzo de brazos alzando una ceja, creo que Julie ya vio que estoy ahí, por lo que me encamino hasta la ventana bajando la cortina, poniendo de excusa “Que tanto sol va a quemar las maquinas”

Apoyo la espalda en la caja registradora, frente a ella y sonrío de lado –Bueno días Julie- no sé si extenderle la mano para estrecharla, o darle un típico beso en la mejilla en forma de saludo… entonces me quedo rígido -¿Tenes algo encargado para llevarte? ¿O viniste a tomarte medidas para hacerte una prenda?- miro a nuestro alrededor y noto que ahora mismo estamos solos.

-Por cierto, mi nombre es Ewan… no Evan, aunque suena lindo-  

Ewan no apareció cuando lo llamé. ¿Acaso hoy se había tomado el día libre o qué? La verdad no sé pero estaba molesta, y mucho. Ya de por sí me era difícil venir hasta acá, es mucho peor sola. No puede NO estar trabajando, encima que vine a verlo.. Aunque eso él no lo vea.- Evan.. –lloriqueé, lo suficientemente fuerte pero sin llegar a ser un grito.

Todo el mundo me miraba, estaba acostumbrada a eso.. ¿A quién engaño? Siempre me dio incomodidad que me miren lo que traigo, o como estoy, o lo que tengo, siempre lo odié. Suspiré y comencé a desesperarme, ¿es que acaso nadie me quería atender? La pregunta fue respondida por una pequeña. Bueno, no tanto, pero sí.

- Mi hermano está en su descanso.. No está trabajando ahora.. Si quieres puedo atenderte.. –negué con la cabeza.- No.. Lo quiero a él.. Por algo lo estoy buscando.. –bufé. No quería ser mala pero.. No estaba de buenas que digamos. Ella después de mi mala respuesta se fue. En sí tendría que agradecerle, de no ser por ella estaría gritando todavía. Recorro con la mirada todo el local con desinterés, tenía que hacer algo de tiempo hasta que volviera. ¿Cuánto es que dura su “descanso”?  Pero lo vi allí, junto a la puerta. Él se cruzó de brazos y no sé que dijo del sol y mucho bla bla bla, pero lo que sí sé es que bajó la cortina.

Me saludo y le sonreí falsamente.- Buenos días para ti serán.. –okey, mi yo interno desea abrazarlo, saludarlo como se debe, no sé.. Mostrar mi cariño. Sin embargo, siempre me frena una muy buena razón: Distrito 08. Y como él tampoco hizo nada.. Ese fue todo nuestro saludo. Al escuchar su pregunta comencé a revisar en mi pequeño bolso.- Amm.. Vengo por las dos cosas.. –respondí mientras tomaba un papel, que era el pedido de mi madre y se lo entregué.- Este es un pedido que hizo mi madre -.

Me sonrojé levemente al oír su comentario y miré hacia el suelo con una pequeña sonrisa.- Lo siento.. –susurré.- A veces suelo olvidar o confundir los nombres… -admití. Si bien con él no pasaba eso pero en el resto de mi vida normal sí.- Que.. Quería hacerte una pregunta.. -¿Por qué soné como si estuviera nerviosa? Creo que debería tomar más clases de actuación.- ¿Qué crees que se vería bonito en mí? Es que necesito algo que me haga ver tierna pero que a la vez sea elegante y..–suspiré y lo miré a los ojos.- No sé qué hacer.. Soy un desastre en esto.. Ayúdame -.

La escuche lloriquear un poco más mi “nombre” pero aun así mi hermana salió del lugar sonriente como si no hubiera hablado con nadie. Es lo que me encanta de ella, y por eso la dejo trabajar acá, le encanta lo que hace y nada le importa porque es extremadamente dulce y entiende a todos. Pero aunque sea así, no me gusta, e intento que nadie le diga nada.

Me quedo quieto, cuando responde lo primero que le digo, y no sé qué cara tengo pero debe ser de sorprendido. Asiento cuando me da el papel. De repente la escucho nerviosa, presto toda atención en aquello y sonrió por verla así. Y es que en verdad no entiendo tampoco porque esta así.

-Espérame solo un segundo- vuelvo a ver el papel y voy a buscar el pedido. Entro a la sala de almacenamiento y busco el armario con los pedidos más recientes a entregar. Hay varios, en esta época de calor todos andan pidiendo vestidos.

Leo el nombre de la madre y lo tomo rápidamente. De paso, veo alguna de las telas, y pienso que le puede quedar mejor a ella con la descripción que pidió. Dejo el pedido en una silla y en dos segundos más me estoy dirigiendo hacia donde la deje. Me asomo a la puerta y sonrío, con una de esas sonrisas que siempre me dijeron que tranquiliza a la gente. No sé qué tiene de especial, pero cuando la hago, todo parece mucho más pacífico.

-Julie…- no se la verdad si tengo el “permiso” de llamarla así. Pero supongo que si mi nombre pudiera disminuirlo en un apodo también me llamaría de esa forma. –Tengo el pedido, y ya tengo en mente algo que te pueda quedar realmente bien- le extiendo la mano para que la tome y me acompañe, pero por un segundo pienso que es algo estúpido y no lo hará, aun así la dejo extendida –Bah, igual creo que todo te quedara bien- me rió.

En el momento que lo vi no sé que me pasó. Dentro de mí se generó una mezcla de felicidad, paz.. Calma. Por un momento había pensado que no estaba y me había prácticamente desilusionado. Pero.. Ver sus ojos, su amabilidad por más que lo trate como un perro de la calle.. ¿A quién no le gusta esa clase de persona? Y lo peor es que apenas lo conozco, se su nombre y su talento, nada más.

No sé porqué le extraña que lo trate mal, o que le cambie el nombre, eso ya es costumbre.. Lo raro es cuando me comporto al revés. Asiento y le sonrío levemente antes de que entre a buscar el vestido de mi madre. No había nadie en el negocio, eso sí que era raro, hacen cosas increíbles.. Deberían tener una clientela más y más grande. Me aseguraré de convencer a mis conocidos de que vengan a comprarle a él, sé que eso le gustará a Ewan, por más que no sepa que yo impulsé todo.

Tenía todo el plan perfectamente creado, no podía tener errores. Su voz me saca de mi “trance”, su sonrisa en cierto modo es bastante tranquilizadora y amable. El hecho de escuchar mi apodo salir de sus labios es raro, no se lo permito a nadie que no sea de confianza pero.. Creo que por esta vez se lo dejo pasar. Asiento levemente y miro su mano, sin entender por unos segundos para luego reírme por lo estúpida que fui.

Tomé su mano con cierta delicadeza y me sonrojé.- Dices cualquier cosa.. Muéstrame que tienes para mí.. –exigí con tono demandante. Yo y mis cambios de “humor” repentinos.- Si no es lindo ya sabes que no lo compro.. –solté su mano de repente, mirando al suelo. No me había dado cuenta lo que había hecho antes y la verdad que era algo incómodo.- Necesito el vestido para dentro de tres semanas.. ¿Va a poder estar listo? –pregunté para no entrar en ningún silencio incómodo de mi parte, sonó medio estúpido ya que ni siquiera había elegido el vestido aún.



PD: Que post asqueroso el que hice u.u

Me quedo tenso cuando se queda mirando mi mano, sabía que fue algo estúpido. Me doy la vuelta rápidamente cuando me agarra, y pongo una cara de alivio. Su mano es suave, delicada…  me pone nervioso. Doy un poco la vuelta para poder verla, y creo que esta sonrojada. No tengo mucho tiempo para pensar en ello, porque me vuelve a hablar después de un silencio que hubo.

-Nunca digo cualquier cosa, siempre tengo la razón ¿No escuchaste que los de virgo somos perfectos en lo que decimos?- alzo una ceja y luego me rió. –Siempre te quedaron bien los trajes que te hice, y nunca no me compraste algo… no tengas dudas de que te va a quedar realmente bien- le sonrío. Me suelta la mano, la dejo detrás de mi espalda y la aprieto en un puño ¿Qué hice? ¿Qué dije? ¿Tan mal suena lo que digo?

Se ve algo… incomoda, y no sé porque, pero me encanta como se ve. Principalmente si yo la pongo incomoda -¿Tres semanas? Tres semanas están bien, no hay problema. Ahora, veamos que puede ser…- Veo las telas colgadas y me quedo callado un rato largo -¿Sabes? Un rojo, tirando a un rosado… Eso creo que quedaría perfecto- la miro de reojo –Bueno, sí, sé que eso sonó algo gay- me pongo nervioso y tiro el pelo que cae por mi frente hacia atrás.

Encontré la tela que tenía en mente más rápido de lo que pensé. La dejo en la mesa, agarro una tijera para tela y pongo a cargar una de las maquinas. Son de esas nuevas del capitolio, de suerte nos conseguimos algunas, son rápidas y buenas, muy buenas. Tomo una cinta métrica y me acerco a ella. Luego, agarro la agenda con la lapicera.

-Necesito que levantes un poco los brazos…- digo mientras estiro alrededor de su cintura la cinta métrica. Después, anoto el número que queda en la agenda. La miro de reojo –Y… ¿puedo saber para más o menos qué es esto? Digo, para formarme una idea de cómo tiene que ser lo que me pedís…- niego y ahora estiro la cinta en su cadera –En realidad, si no me queres decir está bien- digo incómodo.

Reí con su comentario.- ¿Eres de virgo? –sonreí.- Déjame decirte que los mejores siempre vamos a ser los de leo, que no se te olvide.. –bromeé un poco. Anoté mentalmente de qué signo era, un dato más es un dato más.- En eso tienes razón.. Pero que no se te empiece a subir el ego Ewancito, siempre puede haber una primera vez.. –no sé porque lo llamé así, ¡está no soy yo! ¿Desde cuándo me pasa esto?

Eso me hizo poner más incómoda, mis actitudes estúpidas que no sé de dónde salieron. Quería volver a tomar su mano pero en vez de eso comencé a mirar las telas que tenía a mi alrededor. Eran todas bonitas, colores brillantes, me encantaban. Podría crear mi propia ropa con mi propio estilo.. Solo si supiera coser, diseñar o algo.

Comencé a observar las telas que el miraba, guardaba silencio, todavía sentía incomodidad. Mejor dicho, vergüenza, por haber tomado las decisiones que tomé. Reí con su comentario.- Es perfecta, es muy bonita la verdad..  –sonreí levemente.- No lo pareces.. No eres gay, ¿cierto? –pregunté de forma extraña. No quería ofenderlo pero quería sacarme la duda ya que sonó algo nervioso. ¿O yo lo ponía nervioso? Ja. Ni en tus mejores sueños Julie.

Hice lo que me pidió sin protestar, hasta sentía ciertos nervios pero los ocultaba con una cara de aburrimiento, como si no me importara mucho.- Amm.. No sé cómo explicarlo.. –suspiré y miré sus ojos mientras toma la medida de mis caderas.- Mi familia cada año hace una fiesta formal porque sí, invita a los más ricos y reconocidos del Distrito 01, 02 y sus amigos del Capitolio.. Es lo más aburrido que viví en mi vida.. –exageré un poco nomás. Lo único que hacían todos era hablar de negocios, dinero, de lo que el otro trae puesto.- Deberías venir.. Como un invitado mío.. Te haces pasar por un amigo mío recién llegado del extranjero si quieres.. –le sonreí levemente.

Cuando fue a anotar mi medida respiré profundamente. Tenía que abrir tema de conversación.- Emm.. Una pregunta, ¿el local es de tu familia o solo trabajas aquí? -. La mejor pregunta que podría haber hecho nunca. Necesito un cambio de cerebro, en serio.

Asentí cuando pregunta si soy de virgo. Creo que por eso soy bastante tranquilo,  o eso dicen. -¿Así que eres de Leo, eh? No creo tener una primera vez para eso, pero de todas formas, mis primeras veces son excelentes- de todo lo que podes pensar con esa frase, justo fui yo el que la mal pensó, de eso empecé a reír en voz baja.

Noto que me llamo Ewancito… odio eso, pero esta vez me causo… ¿ternura? No me molesto. Últimamente todo lo que haga ella me causa lo contrario a lo que me debería causa, y me pregunto porque sera eso... Me cruzo de brazos –Creo que puedo tener el ego bastante alto Julie… casi siempre consigo lo que quiero, no recuerdo cuando no- Alzo una ceja.

¿Me acaba de preguntar si soy gay? ¡Me lo acaba de preguntar! Tengo que dejar de sonar nervioso –Eh… no, no tengo ningún interés por los hombres.  No me gustaría andar viviendo con alguien del mimo aspecto que yo, además… en el futuro eso me podría doler un poco, literalmente- Supongo que lo entendió, si lo entendió.

Hum, creo que se está aburriendo. Pero dejo que me explique sobre el evento mientras sigo midiendo y anotando. –Pensé que a los de allá les encantaba eso- Me encojo de hombros -¿Por qué no? Sería divertido, si sería bastante divertido verte actuar sobre “que tan bien la estás pasando”- me rio. –Uh, mejor que no se enteren de dónde vengo, me darían tal patada…-

Cuando al fin termino de medirla y empiezo a terminar de anotar todo, escucho que me pregunta algo. –En realidad, si, es algo así como el local de la familia. Pero la mitad de la propiedad es de una familia amiga. Lo que paso es que el dueño murió hace ya un par de años, entonces la herencia vino para mi familia y la suya. Tuvimos que compartir, pero no nos importa- me encojo de hombros otra vez –Una historia bastante aburrida.

Alcé una ceja con la primera respuesta. Creo que malinterpreté todo, o no entendí el chiste o no sé, pero mantenía una pequeña sonrisa, como casi siempre en estos casos. Me mordí el labio de repente.- ¿Con que consigues todos lo que quieres? Increíble, ojala eso me para a mí.. –rodeé un poco los ojos.- Envidio su suerte Señor Ego.. ¿Hay algo que quisiera conseguir ahora? –pregunte con curiosidad, mirando sus ojos.

Me sonrojé cuando me respondió, eso sí que era vergonzoso, un momento muy raro e incómodo, yo solo quería.. No sé que quería. Tal vez no quiero que me pase de que el “chico que me gusta” sea más que gay, es algo que no se lo deseo a nadie. Abrí mis ojos a más no poder, no se podían decir frases con doble sentido así como si nada en público, o por lo menos eso es lo que me enseñó mi familia, tapé mi cara con las manos para ocultar la sorpresa y el pequeño sonrojo- Lo siento.. No quería.. Pensé.. O sea no.. Tal vez.. No, olvídalo.. Es más, ni siquiera hice la pregunta.. –contesté un poco nerviosa en el momento en que me calmé, tendría que acostumbrarme a que en otros Distritos la vida es muy diferente.

Fruncí los labios.- Creo que.. Sí, les gusta, a mí me gusta, pero.. No lo sé.. Ser una “anfitriona” en estas fiestas no es lo mejor.. –suspiré. Por dentro empecé a dar saltitos, dijo que sí. Si bien eran muy aburrida la fiesta, tal vez podría pasarla bien alguna vez y no andar preguntándoles a todos si está todo bien. Reí tontamente.- Eso y mucho más.. Serás mi amigo proveniente del otro lado del océano, así que practica un acento raro.. –le sonreí dulcemente.- ¿Tienes traje? Te puedo prestar uno si quieres.. -.

Escuché atentamente lo que decía, normalmente estaría aburrida pero con él no pasaba nada de eso. Dios, Julie, ¡Basta! No dejes que un chico común y corriente de un distrito medio pobre te cambie . Y sí, esa era mi conciencia que en parte tenía razón.- Me gustaría escuchar la historia.. No debe ser tan mala.. Exageras tanto como yo.. –le sonrió y un mareo me invade, con mis manos trato de tapar y rostro mientras me masajeo las sienes. Yo y mi manía de no comer para nada bien.

En realidad, no es que consiga todo, pero debe ser porque tampoco pido mucho. No quiero pedir o desear porque no sirve de nada, tan solo hago las cosas… y ya está. Escucho su pregunta y pienso unos segundos, si hay algo que quiero ahora. –Sí, hay algo… ya te darás cuenta- la miro y le sonrió pícaro.

Se acaba de avergonzar y no sé del todo el porqué. Me tapo la boca tratando de reprimir la risa, pero no puedo. Se ve tan tierna, demasiado linda así. No puedo evitar reírme. Pongo una mano en su hombro –Hey, tranquila… Perdón, no sabía que te podías poner así…- le doy un abrazo con uno de mis brazos aplastándola contra mí de una forma graciosa. –Lo siento- vuelvo a reír.

No entiendo por qué no está bueno a veces ser el anfitrión, pero debe ser porque no estoy acostumbrado a esas fiestas. Obviamente que no estoy acostumbrado porque nunca en mi vida fui a una. –Tengo otro acento muy guardado dentro de mí, un acento Irlandés, pero lo aprendí a ocultar porque no me gustaba mucho. No sé si habrás escuchado hablar alguna vez a mi padre o a mi hermano. A veces se me escapa y hablo así, pero ahora estoy acostumbrado- Miro el almacén, en la zona de trajes de mi talle –Tranquila, tengo, hay un par que son para vidriera que me van bien, uso alguno de esos- le señalo el almacén.

-No hay mucha historia después de eso, para mi sigue siendo aburrida- me encojo de hombros. De repente la veo mal, y aunque se tapa la puedo ver un poco y tiene la cara pálida. Frunzo el ceño y traigo una silla cerca de ella -¿Estas bien? Sentate si queres…- la miro -¿Pasa algo?- pregunto… preocupado ¿Acaso estaba enferma o algo por el estilo? Tal vez no comió bien. Me fijo la hora y me pregunto si se saltó el desayuno.

Yo no almorcé, y está llegando la hora en que lo haga –Mira…- me pongo nervioso –Yo, bueno, se está terminando mi hora de trabajo- juego con mis manos –No se… ¿te gustaría acompañarme?- la miro y sonrió para calmarme a mí mismo.

Esa mirada, ¿por qué me miraba así? ¿Acaso..? No, no te ilusiones Julie, son ilusiones ópticas que tu mente crea, no seas tonta. Le sonreí levemente más allá de eso.- ¿Puedo saber o es un secreto? –pregunté con cierta inocencia. Me estaba metiendo mucho en su vida, más de lo debido. Tal vez es porque nunca vengo sin mi madre, entonces no tengo a nadie que me dé lecciones de modales y sobre el comportamiento en otros distritos.

Se ríe de mis expresiones y eso hace que me sonroje.- No te preocupes.. Solo que.. Nada, reglas de mi familia loca que parece del siglo XV –reí levemente y luego me abrazó. No sabía qué hacer, mi corazón latía a mil, ¿lo abrazo o no? Está completamente prohibido tener algún contacto físico con alguien que gana dinero gracias a ti. La voz de mi madre cuando me repetía que no tenía que tener relación con ningún empleado de nada. Por eso decidí no abrazarlo.- No tienes nada que disculpar.. –soné amable. Otro error. Espero que mi madre nunca se entere de esto.

Lo miré con un pequeño brillo en los ojos. El acento irlandés era perfecto para la ocasión le sonreí abiertamente.- ¡Perfecto! –aplaudí como una niña pequeña, ignorando lo que dijo. Amaba que las cosas salieran como yo quería- Mientras tu traje sea bonito.. Pasarás desapercibido.. –comenté mirando el lugar donde me había señalado antes.

Asentí levemente antes de sentir mi mareo. Si no quería contarlo estaba bien, no lo pensaba obligar a nada. Me acerca una silla pero me niego a sentarme en ella y también niego a su segunda pregunta.- No, estoy.. –respiro profundamente.- Estoy bien, tal vez necesite aire.. –no pensaba decirle a nadie que tenía esos típicos saltos de comida porque sí, solo una persona lo sabía, mi mejor amiga, y ella, casualmente, hacía lo mismo que yo.

Lo miro atentamente con una pequeña sonrisa, sus ojos me dan paz, alegría. Noté que se pone nervioso y me muerdo un poco el labio.- Amm.. Claro, ¿por qué no? Vas a almorzar, ¿cierto? –respondí con cierto desinterés aunque por dentro la emoción me recorría de punta a punta.- ¿Es buena la comida de acá? Es que nunca comí nada que no sea de mi Distrito, del 02 o del 04.. –le sonreí apenada.- Por cierto, ¿crees que vas a poder comer en la fiesta los lujos de los Distritos ricos? ¿O no eres tan valiente? –lo desafié con alegría, para después reír un poco.

Le niego mientras voy guardando todo –Secreto, por ahora, hasta que lo descubras- le sonrió de lado. Quiero que sea en el momento perfecto, si se lo digo va a quedar como nada. Bueno, no sé qué planifico tanto, las cosas tienen que pasar y ya está… Me doy la vuelta y me niego a mí mismo para que deje de pensar.

A veces olvido que la gente tiene otros… modales, y más si vienen de un Distrito más alto. Tampoco es que acá seamos vulgares o algo por el estilo… pero eso había sido un chiste, y creo que acabo de quedar mal. Así que no hablo más del tema, ella no me corresponde el abrazo pero tampoco creí que lo haría.

Le vuelvo a sonreír cuando la idea le parece perfecta. Ella festeja un poco y me hace reír. Ella es como… un aire nuevo. Digo, no conozco a muchas chicas así, cada una en su mundo interesadas casi por lo mismo. Pero ella, se comporta como si no le interesara nadie más, y luego, se comporta de una manera dulce. Me cruzo de brazos -¿Y si no quiero pasar desapercibido?...-

Dice que está bien, pero la sigo viendo mal. Frunzo el ceño demostrándole que no le creo, pero dejo el tema ahí para no molestarla. Tal vez si necesite un poco de aire, en el Distrito suele hacer mucho calor por las fábricas y sus químicos.

-Sí, voy a almorzar- me pongo alegre aunque ella lo diga como si estuviera desinteresada. –Bueno, no tengo mucha idea de la diferencia con los otros Distritos- Me rasco la nuca tratando de mirar a otro lado, en realidad creo que nunca comí algo que no sea de acá -¿No creo que sea malo intentar, no?- me encojo de hombros.

-¿Siguen usando esas bebidas para causar vomito?- Agarro mi mochila y dejo la llave de mi casillero en su respectivo lugar. Espero que hayan, me encantaría conseguir algunas para causar algún tipo de broma en el colegio. –Seguro que voy a poder con esa comida ¿Recordas que consigo todo lo que quiero?- Me dirijo a la salida -¿Vamos?- digo abriéndole la puerta.

Una vez que salimos, pienso donde podemos ir. No tengo muchas opciones y es ahora que me avergüenzo del lugar. Pienso llevarla de sorpresa. Pero para eso tenemos que cruzar a la cuadra del frente donde están los chicos que anteriormente la miraban. Uno suelta un silbido hacia ella. Reacciono pasando mi brazo por su cintura  como si quisiera decir “No la miren”, y empezamos a cruzar la calle. Bien ¿esos fueron… celos? No, no podría ser eso ¡Nunca lo siento! ¿Tan feo se podía sentir? Miro a los chicos, los reconozco de la escuela, les sonrió de una forma que les molesta. Dos de ellos me miran con odio, el otro sorprendido.

-¡Muy linda tu chica Ewan!- grita el que está sorprendido y luego tira otro silbido.
Me rió y me encojo de hombros mirándola –No les hagas mucho caso-

Frunzo el ceño. ¿Descubrirlo? ¿A dónde quiere llegar con esto? Asentí.- Si lo tengo que descubrir.. Es algo bueno entonces.. –sonreí levemente. No imaginaba que podía ser exactamente. ¿Se habrá puesto mal porque no lo abracé? Julie, ¿A quién engañas? No causas nada en él. Mi subconsciente haciendo que entre en razón, como siempre.

¿Me acaban de contradecir? ¿Alguien quería hacer algo contrario a lo que yo dije? Fruncí el ceño aunque mantuve una leve sonrisa.- ¿Cómo llamarías la atención? ¿Te harías pasar como el novio de la hija del dueño de casa o qué? –reí levemente. Ojalá pasara. Esa clase de chismes eran los que corrían en plena fiesta y sí que no pasaban desapercibidos.

Menos mal que él no preguntó más sobre el tema, sentía que mi estómago rogaba por comida pero no tenía nada para comer. Hablar más de comidas me da más hambre pero no lo demuestro. Asiento levemente.- Entonces.. Lo mejor será comer.. –suspiré. Esto me daba miedo, no confiaba para nada en la comida de este Distrito.

Río fuertemente con su pregunta.- Sí.. Son ricas.. Lo único malo es la sensación que te dan.. Pero igual por noche tomó como 3 o 4 copas.. –me tapé la boca, no debía decir eso último. En realidad lo tomaba porque no quería tener comida en el estómago, no para probar las cosas. Vuelvo a reír.- No creo que consigas todo Ewan.. Seguro lo que quieres es algo muy común, simple.. Pide no sé.. Ser rico y vivir en un Distrito Alto, no sé.. Piensa cosas en grande.. –le guiñé un ojo. Yo nunca pensé en conseguir cosas comunes y corrientes.

Me mordí el labio cuando me abrió la puerta, amaba eso. Siempre lo hacía gente que trabajaba para mí pero que lo haga él.. Es tan caballeroso. ¿Quién no quiere un hombre así en su vida? Salimos y yo voy hacia dónde él se dirige, no conozco casi nada del lugar. Uno de los chicos me silbó. Odiaba eso, me ponía más que incómoda. Miré el suelo, no pueden ser tan vulgares.

¿Dije que quería a alguien como Ewan? Bueno, ahora lo confirmo. Es más, quiero a Ewan, no quiero a ningún otro. Sentir su mano en mi cintura fue sentir una corriente eléctrica recorrer cada parte de mí. Me gritan y me silban de nuevo, por instinto abrazo a “mi chico”, buscando protección.- Gracias.. Odio que hagan eso, me pongo demasiado incómoda.. –admití y luego le di un beso en la comisura de sus labios.- En serio gracias.. –¡que alguien ME MATE! ¡¿Qué fue lo que hice?! Si ya estaba incómoda por lo que esos chicos después de esto..

Me coloqué cerca de él pero dejando de lado cualquier contacto físico.- ¿Sabes a dónde vamos Ewan? –pregunté burlona.- Y si es un restaurant o algo así te aseguro que si no me dejas pagar mi parte vas a vivir el mejor capricho y los mejores gritos de tu vida.. Y vas a pasar vergüenza –le dije seria para luego sonreír inocentemente.

Alzo una ceja, ¿Algo bueno? –Es algo muy bueno…- susurro, no sé si me escucho. Esto de estar en la terrible duda sobre lo que piensa ella… me mata. A veces parece estar interesada, pero, alguien que me diga la verdad ¿Por qué una chica como ella se fijaría en un chico…. De este lugar? No tiene lógica, para nada.

Creo que se me iluminaron los ojos un poco, -Esa es la idea más genial que puede haber… ¡Tenemos que hacer eso! ¿Sí?- le suplico. Amo hacer ese tipo de chismes, o sea los que no les hace mal a nadie –Al menos que ya tengas novio…- digo dudando, esperando que me responda esa duda.

Me quedo sin aire ¿En serio acabo de escuchar eso? Me quedo quieto mirándola –Julie… decime que eso fue un chiste…- niego, no sé qué hacer con esa noticia que al parecer “se le escapo” por la reacción que tiene -¿Eso es común allá? No entiendo… ¿Por qué lo haces?- niego, ahora me habla de sueños “más grandes” -¿Para qué quiero ser rico y vivir en un Distrito alto? ¿De qué sirve? Es muy lindo vivir acá… con la gente que te quiere, sin prejuicios… Bueno, estoy mintiendo, hay prejuicios. Si entraras a la escuela escucharías puro chisme que ninguno son verdades. Es horrible, por suerte estoy muy fuera de eso. Creo que me conocen bastante y saben lo que llego a hacer si hablan de mi- me encojo de hombros –Lamentablemente mi hermana no se salva de eso-.

Una vez afuera sigo con mi brazo en su cintura. Me abraza un poco más, y no puedo evitar sonreír de lado. Y luego, me da las gracias, y… ¿Eso fue de verdad? Me quedo un poco paralizado mentalmente, Dios mío ¿acaba de darme un beso en la comisura de los labios? Ahora sí que sonrío ampliamente. Pero me pongo a pensar, odio pensar porque me lleva a cosas malas, ¿Pero si lo hizo solo para callar a los chicos que ahora estaban en la otra esquina? Suspiro y lo dejo pasar, aunque dejo ver que estoy un poco contento. –No, de nada- Término por responder.

-La que va a pasar vergüenza serás vos…- la miro, me gusta que este cerca pero quiero que lo esté más –Vas a pasar vergüenza porque vas a tener que volver algún día… vas a volver porque no te voy a dejar ir- me rió, y luego me avergüenzo por lo que dije. Solo díganme que no lo dije. -¿Crees poder gritar y encapricharte peor que mi hermana en casa?- la desafío.

Lo miro y frunzo el ceño, ¿había dicho algo? No lo sé, no lo había escuchado, estaba perdida pensando en qué puede tratarse lo que quiere. Me muerdo el labio. Sé que me moriría si es algo relacionado conmigo, es más, si supiera ya estaría sobre el feo suelo del Distrito 08 o.. Mejor en brazos de Ewan.

Noté que sus ojos se iluminaron un poco. Me emocioné y me asusté a la vez. Quería actuar como mi novio, o sea, ¡quiere ir a mi fiesta fingiendo que es mi novio! Suspiré cuando me hizo esa pregunta.- Tengo uno que otro pretendiente bastante rico.. –lo miro.- pero estoy completamente soltera.. –le sonrío levemente.- En ese caso tendré que presentarte a mis padres.. Al menos un rato antes de la fiesta.. No son malos, no te preocupes, un poco molestos solamente.. -.

Me golpeé fuertemente con mis puños en la cabeza, no podía ser tan inútil.- No.. No es un chiste.. No debía haberlo dicho.. Sólo quiero comer todo tipo de comida que sirven.. –dije como niña pequeña, con un puchero. Así convencía a mis padres de que no hice nada cuando tenía 5 años más o menos. Me daba pena mentirle pero.. Hay cosas que ni él ni nadie puede saber- Es muy común.. No me juzgues... –suspiré. Me encogí de hombros. Reí levemente con su comentario- Es que… Es feo vivir aquí.. No hay lujos, joyas, no hay gente que trabaje para ti, no sé.. Tal vez estarás acostumbrado a esto pero yo no.. debe ser por eso.. –era la segunda vez que lo “decepcionaba” en menos de cinco minutos, eso me ponía mal por lo que bajé la mirada.- Seguro tu hermana estará bien.. Se nota lo fuerte que es.. Ella va a sobrevivir a esos comentarios tontos.. -.

Me sentía una completa idiota, después de lo que hice estaba más que sonrojada y él estaba con una sonrisa en su rostro. ¿Será que le gusto? ¿O solo le gustó el beso? ¿Me quiere? Por Dios. Éwan no quiere una chica rica, caprichosa, egoísta que odia estar mucho tiempo en los distritos pobres, él no quiere una chica como yo. Lo sé. Pero debe sentirse bien que alguien de la alta sociedad te preste más atención de la normal.

Río con lo primero que dice, en toda mi vida nunca pase vergüenza, jamás, y no era el momento que eso pasara. Sonrío hasta que escucho lo que dice. El corazón se me acelera a más no poder.- ¿No me vas a dejar ir? –pregunté sorprendida con un poco de brillo en los ojos. Calma Julie, nada va a pasar.- ¿A qué te refieres con eso? ¿Qué insinúas Ewan? –pregunté con una pequeña sonrisa.

Me reí.- Con que vamos a tu casa.. –sonreí de nuevo.- Podría competir con ella.. Le podría ganar.. No me desafíes porque no sabes hasta cuanto puedo hacer para ganar.. –le guiñó un ojo y se crea un silencio mientras seguimos caminando.- Espero que sepas cocinar porque yo no.. Soy un desastre en eso.. –dije con una voz tierna. ¿Exagerada? ¿Yo? Para nada. Eso es una ilusión.

Creo que en mi cabeza ya se está formando algún que otro plan para ese día. La escucho frunciendo un poco el ceño -¿Y? ¿Qué pasa con esos pretendientes?- pregunto. ¿Tengo competencia? Bueno, ¿porque tendría competencia? ¿Qué me estoy creyendo? -¿No me reconocerán? Por lo menos tu madre, no creo haber visto a tu padre alguna vez…- me pongo a pensar alguna forma, pero creo que las ideas ya no me vienen hoy.

Hace un puchero y se comporta como si fuera menor. Me cruzo de brazos porque ni así me puede sacar un poco el enojo que llevo por dentro.  ¿En serio eso es común? Es totalmente horrible. No me lo puedo imaginar. Mientras más sigue hablando más me enojo. Aunque no sé si la palabra correcta es estar enojado. -¿De qué te sirven los lujos y las joyas? No es que este acostumbrado, seria todo totalmente fácil si tuviera eso, y sería muy aburrido…- niego –Supongo que no sabrás lo que es tener algo tuyo, propio, que salió de tu esfuerzo… se siente bien, no se- ¿Por qué me enojo? Ella fue criada así ¿No? Probablemente lo que yo digo tenga la misma reacción para ellos, así que trato de olvidarlo.

-Sí, los sabe soportar. Lo que pasa es que no tiene a mamá y bueno… Es difícil perderla cuando recién empieza la adolescencia. Todos creen que van a tener 40 años y ahí recién van a estar sufriendo la perdida pero… nos tocó temprano a nosotros- me relajo un poco. No me gusta decir esto y tampoco sé porque se me escapo.

Agradezco porque mi casa no queda tan lejos, en realidad tan solo tres cuadras. Son largas, sí, pero soportables. El sol me da directo en los ojos por lo que los entrecierro. Intento buscar un tema de conversación para que no se me note ninguna expresión por el beso. Me pongo a pensar en lo que harían sus padres si nos vieran, probablemente no me daría cuenta porque estaría muerto en dos segundos, o eso me imagino. ¿Qué hago yo haciendo esto? Tan solo pensarlo se me escapa una sonrisa.

-Me caes bien, eso- que respuesta más seca que doy –Bueno, no me gusta tanto esa relación de “jefe-empleado”, así que… no se ¿Sería divertido seguir viéndonos sin hablar lo típico del trabajo?- No sé porque lo digo en forma de pregunta, me salió así, pero estoy nervioso aunque no lo dejo demostrar.

-Necesito ver eso ¿Vos peleando con mi hermana?- me rió –Se van a llevar bien… ella muy en el fondo es… una maldita, dulce pero cuando quiere es maldita- voy sacando la llave porque ya estamos llegando a la puerta –Si se cocinar, lamentablemente tengo que hacerlo casi todos los días… Es divertido, claro, cuando no estás acostumbrado y no te quemas cada dos por tres porque tu horno anda fatal- abro la puerta lentamente para espiar si hay algo raro. Pero por suerte está todo limpio.

Mi hermana está en la mesa haciendo tarea, me ve y me sonríe, luego ve a Julie y… esta confundida. Se debe estar preguntando que hace acá.

-Señoritas… ¿Qué quieren para almorzar hoy?- pregunto per en realidad es para que nadie responda, si no para que mi hermana entienda. Ella vuelve a sonreír y mira su hoja. Invito a pasar a Julie mientras dejo mis cosas en una silla.

Me río.- Nada.. No los quiero.. No me interesa la plata.. Es más importante la personalidad.. –sonrío levemente.- Así que los ignoro. -. Y en ese momento le presto atención a un detalle que se me había escapado. Mi mamá sí conoce a Ewan, ella.. Ella sabrá que estoy levando a “un pobretón” a la fiesta. Suspiré.- Si.. Si sabe.. Olvídalo.. No va a funcionar tan fácilmente esto.. –miré el suelo.- En serio quería que fueras y te sintieras importante.. –bromeé. Pero sí, la cosa estaba más que difícil, mi mamá no se olvidaba de los rostros, tal vez se puede olvidar nombres, datos personales y todo pero jamás un rostro.

Y sí, él estaba más que molesto conmigo, no había ningún porqué pero sí, sentía que me odiaba y mientras más hablaba peor me sentía, me abracé a mi misma, sujetando mis brazos, odiaba que me trataran así, como él lo hacía ahora, me hacía sentir más que estúpida.- No es mi culpa que mi familia tenga dinero y lujo, yo no lo busqué.. Tampoco era para que te pongas así.. –dije lo suficientemente audible, seria. Cuando comienza a hablar de su mamá se me encoge el corazón. Lo miré con cierta tristeza, ¿cómo se sentiría eso? ¿Cómo uno se puede enfrentar a semejante cosa?- Lo lamento mucho.. En serio… -no podía decir nada más que eso. No era un gran amigo al cual le podría brindar mi apoyo para lo que sea que necesite, no teníamos la confianza suficiente.

No sé a dónde vamos pero me estoy arrepintiendo de haber traído los zapatos que traje. Suspiré. Con su respuesta tengo ganas de volver a mi casa lo más rápido posible. Asentí levemente.- Sí.. Es bastante lindo a veces.. –creo que tengo la cualidad de demostrar, de una forma u otra, cuando odio algo. En serio, soné seca, cortante, no era la respuesta que esperaba, pero claro, la estúpida Julie que piensa que Ewan se va a fijar en ella.- Eres el primer “empleado” que me cae bien.. –solté sin más para no quedar mal, pero decía la verdad así que..

Me reí tontamente.- No puedo creer que digas eso de ella.. Pobrecita –llegamos a su casa y.. No me sorprendo mucho, era lo que esperaba, bueno, no lo que esperaba sino.. Lo que uno imagina, cada Distrito suele tener un “tipo de casa”.- Seguro es muy adorable.. –le sonreí. Vuelvo a reír.- Dímelo a mí.. A los 15 años quise hacerle una torta a mi mamá para su cumpleaños sin la ayuda de nadie.. Imagina como termino todo.. Nunca más me acerqué a una cocina.. –rodeé los ojos.

Abrió la puerta y yo miro el interior, un poco extrañada. No es a lo que estoy acostumbrada, definitivamente no. Ewan hace una pregunta pero no le presté atención estoy demasiado ocupada tratando de calmar mi estómago que ruega por comida y hace que me mareé.- Permiso.. –dije educadamente antes de entrar. La regla fundamental es la educación, si no eres educada nunca serás vista como una buena mujer y persona. Mi madre y sus reglas locas que me siguen carcomiendo el cerebro, pero esta vez tenía razón.

Sonreí al ver a la hermana de Ewan y la saludé con la mano. Me acerqué a ella ya que estaba la mesa y me tomé de ella, volvía a estar con los mareos.- ¿Todo bien? Perdón.. Por lo de antes.. En serio.. Es.. Estaba…Un poco.. Molesta.. –dije en medio de un mareo. Estúpida por no comer, estúpida por ignorarlo y seguir hablando por más nublada que tenga la vista. Creo que clavé las uñas en la mesa. Cuando me sentí mejor busqué a Ewan con la mirada, suerte la mía que no notó que me volví a marear feo.- Ewan.. ¿Qué piensas cocinar? Podría ayudarte.. Tal vez tenga una buena experiencia al fin.. –me reí levemente. Si hay un concurso de huecas me descalificarían por ser profesional. Me estoy muriendo de hambre y tego ganas de ir a donde está todo el olor a comida. Sigue así Julie que vas perfecto.

Me alegro un poco cuando me dice que no le interesa…  y le doy mil vueltas pensando si le intereso yo. Esto me está matando de a poco, no me puedo quedar pensando… en algún momento voy a preguntar o tan solo… yo que sé. Algo va a pasar, de eso estoy seguro. -¿Segura que no va a funcionar?...- pregunto con una mueca un poco triste –Capas que se nos ocurre algo, no se…- suspiro y rodeo los ojos –Hubiera sido divertido, una lástima- me encojo de hombros.

Frunzo el ceño y trato de calmarme. Está bien, tiene un poco de razón ¿Qué culpa tiene? ¿Por qué me desespera tanto… esto? –Lo siento, no estoy acostumbrado a esto… por eso me enojo un poco.- Intento dejar pasar el tema. Pienso en mi madre y lo que me diría ahora, se la necesita mucho… es la que le daba tranquilidad a la familia, la que nos mantenía con los pies en la tierra. Ahora mi padre y yo intentamos hacer lo mismo… pero él no es el indicado, mi hermana es muy chica para eso y yo… lo intento. –No pasa nada, son cosas que suelen pasar- digo casi en un murmuro.

Me molesta un poco que me llame “empleado”, me molesta serlo. Nunca quise andar sirviendo a otras personas pero la situación nos llevó a esto. La note un poco ¿Cortante? Creo, no lo sé, eso me molesta más. Miro al suelo sintiendo, sintiendo como me arrepiento a veces de decir algunas cosas. Es que ¡¿Por qué me importa tanto lo que piense ella?! Ya me estoy haciendo un lio en la cabeza. No respondo a eso, vuelvo a dejarlo pasar.

Me rió con lo de mi hermana –Es que… ¡es verdad! Es dulce y todo, pero a veces se divierte molestando.- la miro –No te preocupes si te dice algo raro, solo juega, no dice las cosas en serio- le sonrío. Me rio un poco por su anécdota de cocina, no era que yo sea bueno, soy… estable, mi comida se soporta. O eso pienso yo.

-No es de las típicas casas que debes ver…- digo cuando abro –Pero bueno, es lo que hay en el Distrito- me encojo de hombros. Pide permiso para entrar, le sonrió dándole confianza. Veo que se acerca a mi hermana y le habla un poco. Yo comienzo a desbalijar lo que tengo en la mochila. Un par de carpetas del colegio y del trabajo.

-¡No pasa nada! Pensé que todas las personas de tu lugar hacían eso, también pensé que te gusta mi hermano y por eso lo buscabas especialmente a él- suelto una risa baja con lo que dice mi hermana. ¿Dije que amo a Ayllen? Es imposible que no me alegre un día, estoy orgulloso que sea mi hermana. -¿Estas bien? Siéntate por favor. Te voy a traer un poco de agua, te debe de estar haciendo mal el calor- escucho a mi hermana decirlo. Miro a Julie un poco curioso, no creo que sea eso.

Cuando se va Ayllu, Julie me habla. La escucho aunque sigo pensando en esto anterior –Aun no se… pero tranquila, hago todo yo. Hoy sos invitada- le sonrió ampliamente. Abro la heladera y suspiro mirando lo que hay, ya voy imaginando un poco lo que puedo cocinar. -¡Ayllen! ¿Esta papá en casa?- pregunto al aire, cuando ella ya está en la mesa sentada nuevamente, dándole el agua a Julie.

-No esta- niega. Entonces no tengo que hacer comida de más, él después se arregla con lo que come.

-Bueno, termina la tarea rápido y bien así después jugamos un rato con la Play- Si, suena raro que tengamos eso, pero mi hermano en sus tantos viajes la consiguió. Ahora peleamos constantemente para ver quien la usa. Solo deseo que no venga él ahora, porque llenaría la casa de gritos, ruidos, etc… nunca podemos estar en paz con él.

Me encogí de hombros ante su pregunta.- Podría funcionar.. Si te alejas de mi madre.. Ella te reconocerá seguro.. –suspiré y coloqué mi mano en su hombro.- Ven igual, quiero que vayas, sería lindo.. Te vas a aburrir pero tal vez te guste.. –le sonreí levemente. Saqué mi mano de su hombro lentamente, insultándome a mí misma por dentro. Se sintió hermoso pero.. No quería ponerlo incómodo por cosas que no son. Él se disculpa conmigo y yo asiento.- Está bien.. Igual, estoy acostumbrada a que la gente que no es de Distritos altos me diga cosas así.. –muchas veces había pasado. Amaba viajar, conocer, pero siempre que hablaba con alguien me trataban mal por cómo me visto y esas cosas. Suspiré con su respuesta respecto a su madre y lo dejo pasar, yo creo que debe ser feo para él haber perdido a su madre, no puedo ni siquiera imaginar cómo se debe sentir.

No respondió a nada de lo que dije. ¿Habré sido muy cortante? No lo sé. Pero puedo asegurar que en este caso no me importa. Continuamos la charla sobre su hermana y vuelvo a reír.- Por favor, no debe ser tan mala.. Seguro exageras Ewan.. –sonreí y negué con la cabeza. Entré con una pequeña sonrisa a la casa de mi chico, bueno, ojala, en mis sueños era mi chico. No está nada mal, es algo normal.- No te preocupes.. Es.. Muy bonita.. –volví a mirar a mi alrededor, era bastante acogedora, era cálida, lo contrario a mi casa, a veces parecía el lugar más frío, grande y asqueroso más allá de los lujos, acá se sentía lo que es el clima de familia supongo.

Abrí mis ojos a más no poder cuando su hermana me respondió.- ¡No! –grité histérica.- ¡Por supuesto que no! Lo buscaba a él porque.. Es como alguien de confianza, no conocía a nadie del local que no fuera él.. –me excusé convincentemente. ¿Cómo esa niña pudo saberlo? ¿Tan obvia soy? Vuelvo a golpearme mentalmente. Suspiré y me senté pero lo único que pasó fue que me volviera a marear, respiro profundamente y le sonreí a Ewan cuando me respondió.- Pero.. Tenía ganas de ayudar.. –mojé mis labios lentamente.- Encima que una vez en mi vida tengo ganas de ayudar a alguien.. Que desagradecido.. –exageré bromeando y negando con la cabeza.

Cuando Ayllen, ese fue el nombre que dijo Ewan, me trajo el agua sentí que revivía. El agua ahogó por completo los gritos de mi estómago por comida. Estaba tan desesperada por algo tan simple como eso que ni siquiera le agradecí a la pequeña. Respiré profundamente, volvía a la normalidad.- ¿Qué cocinarás? –pregunté ¿tierna? Sí tierna.- con una porción pequeña de comida simple me basta Ewan.. No quiero ser un estorbo.. –agregué, no necesitaba cocinar mucho para mí, seguía sin confiar mucho en los alimentos de éste distrito.

Fruncí el ceño al oír lo que dijo.- ¿La Play? ¿Qué es eso? –estaba más que extrañada pero sentía que había escuchado ese nombre antes. Los miré a ambos unos segundos y me sentí más que mal, desearía que mi hermano y yo nos lleváramos así de bien. Suspiré y negué con la cabeza, eso jamás iba a pasar.

Dejo de escuchar lo que dice cuando me toca el hombro. Por dentro estoy gritando “Me toco ¡Me toco!” y seguramente correría en círculos echando gritos de festejo. Bueno, no tan así, no soy muy hiperactivo y en realidad si escuche que me decía algo como “Podría funcionar, que vaya igual, que ella quería, que sería lindo, etc, etc…” Además, era solo un toque, no significaba nada. Solamente asentí con la cabeza a lo que decía –Pero yo no digo ese tipo de cosas- explico hablando sobre todo lo que le dije –Pero a veces parece que me hablan como si fuera un bueno para nada, como un “sirviente”. Y la verdad no es mi culpa haber nacido acá- estoy acostumbrado a ser neutral, soy de esos que se guardan lo que tienen que decir para no causar problemas.

¿Yo exagerar sobre mi hermana? Se nota que hay gente que no la conoce, que la describe como una chica dulce, linda y trabajadora. Si, lo es, pero también es inteligente, maldita y rápida a lo que se refiere en aprender, crear o causarle una broma a alguien. Le sonrío cuando dice que la casa es bonita, aunque no le creo para nada. Para mí era muy común, al ser muchos puede que la casa este un poco más cuidada que los demás por eso, porque intentamos cuidar lo único que tenemos. Y si, es raro, pero lo único que tenemos gran cariño es a esta casa.

Pegue un sobresalto cuando ella quiere explicarle a mi hermana que no, que no me buscaba a mí por eso. Tendría que sentirme mal, por dentro lo estoy un poco pero ¿Ella podría estar mintiendo, no? Además ¡Soy Ewan! ¿No había dicho que conseguía todo lo que quería?

-¿Era por eso? No se notaba- mi hermana se encoje de hombros, pero para alegrar la situación, agrega –Igual ¿sabes? Yo soy mucho mejor que Ewan, trabajo más y tengo mejor gusto en ropa. Deberías encargarme las cosas a mí- ¿Eso fue una escena de celos? Le sonrío a mi hermana negando. Empiezo a sacar cosas de la heladera para una ensalada.

-Como gustes, pero te advierto que esta cocina anda mal, no quiero que tengas otro trauma por intentar cocinar- me río –De todas formas, creo que me podes ayudar cortando un par de cosas- me lavo las manos antes de tocar cualquier algo, saco la tabla, las cosas que necesito, pero una vez todo listo me quedo mirando y pensando con que empezar.

-¿Mejor?- le pregunta mi hermana cuando toma el agua. Luego Julie me habla a mí, con una voz tierna que me derrite por dentro. –Por ahora… una ensalada- explico –Luego veo con que acompañar- la miro de reojo y luego me doy la vuelta para mirarla bien –No me digas eso… vas a tener que comer- niego –Estas muy delgada- rió.

No necesito responder porque mi hermana va trayendo la máquina y conectándola. –Eso- digo señalando. –Si no lo conoces, o es porque no te gustan los juegos, o porque existen más consolas pero… de todas formas esta sirve porque siguen sacando juegos para esta- agarro un pedazo de pan y me lo meto en la boca, no se ellas dos pero yo no puedo con el hambre. De momento, la veo… ¿Deprimida? -¿Paso algo?- digo antes de agarrar una de las verduras y empezarla a cortar.

Sonreí de lado con lo que dijo.- Dejemos este tema de lado, los ricos critican a los pobres, los pobres a los ricos, los que están en el medio o se guardan lo que piensan o dicen lo que les conviene.. Siempre será así Ewan.. –suspiré.- Creo que el mundo fue creado para que todo esto ocurriera.. –dije estúpidamente, haciéndome la filosófica. Reí. Más estúpida imposible.


Ahora entiendo por qué Ewan decía que su hermana era una maldita, esa pequeña era.. ¡Era una bruja! Sentía desprecio por ella, por solamente haber descubierto que sí, me gustaba su hermano, y mucho. Me crucé de brazos y alcé una ceja mientras la escuchaba.- Amm.. Lo hubiera hecho si desde el primer día me hubieras atendido, lo siento.. Yo no confío en todo el mundo.. –la miré con cierto aire de suficiencia pero con una sonrisa.- Ewan.. No entiendo cómo pudiste decir que tu hermana era maldita.. Ahora que lo pienso puedo apostar todo a que ella tiene mejor gusto y me entiende más.. –sonreí maliciosamente para mis adentros. La alagaría. No, no iba a insultarla, no hasta que esté entre las cuatro paredes de mi cuarto.

Me reí levemente con lo que dice.- Realmente no me importa Ewan.. -¡¿No te das cuenta que te ayudo sólo porque sos vos?! ¡¿Necesitas señales de humo?! ¡¿Señas?! Asentí levemente cuando me dice que puedo hacer. No era mala en eso, servía para algo. Le sonreí a Ayllen.- Sí, muchas gracias.. –tenía que ser buena con mi cuñada no tan deseada, no quería que salte con más comentarios o me diga algo que me pueda delatar con su hermano.

Me levanté tranquilamente y caminé hacia él. Me miré de arriba abajo.- Ewan, que exagerado.. Estoy perfectamente bien.. –le sonreí. No, no lo estaba, pero todo sea para mantener feliz a mi madre que se lamenta porque yo no heredé su cuerpo de muy grandes pechos y porque no tengo una cadera pequeña, era lo único que podía hacer para que por lo menos se sienta bien. Me lavé las manos rápidamente.

Miro atentamente eso que llaman Play y frunzo el ceño.- ¿Eso? Mi hermano vive con algo parecido a eso frente al plasma.. No lo suelta ni un segundo.. ¿Qué tiene de bueno o qué es lo que hace aparte de que juegues? -Y ahí vuelvo a bajar la mirada. No sabía ni siquiera que era lo que hacía mi hermanito, no compartía nada con él. Sólo nos apoyábamos en las reuniones y nos apartábamos a veces de todos, sólo eso. Cierro mis ojos, Ewan había notado que me sentía un poco mal.

Niego con la cabeza, sacando un cuchillo y tomando una verdura. La cortaba lentamente, controlando que salga perfecta.- Desearía tener una relación con mi hermano así.. –susurré lo suficientemente audible como para que él solo escuchara, soltando lo que no tenía ganas de soltar.- Me pone mal que.. –negué con la cabeza.- Olvídalo.. No te interesa seguro.. –sentía que lágrimas querían salir. Cerré mis ojos y dejé de cortar. Suéltalo Julie.- ¿Crees que soy mala hermana Ewan? ¿Crees que no soy lo suficientemente buena para ser una hermana mayor? –murmuré con la voz un poco quebrada. Respiré profundamente, tomé sus manos, le saqué el cuchillo e hice que me abrazara. Oculté mi cara en su pecho y lo abracé fuertemente. Sentía que algunas lágrimas caían pero las ignoré. La vida de “los ricos” no era tan bonita como parecía, ¿cierto?

De momento siento que hay un aire… tenso dentro de la casa. Los comentarios de mi hermana, las respuestas raras de Julie y yo metido en el medio. Las miro a las dos con una media sonrisa. ¿Había dicho que siento que se parecen? Tienen sus cosas parecidas… y otras no. Supuse que al principio iban a chocar un poco. Ayllen es muy inteligente y esa inteligencia a veces les molesta a los demás. Le guiño el ojo a mi hermana –Ya sabemos que tenes el mejor gusto de todos- me rió siguiendo su chiste.

Ahora parece todo más normal, pero sé que algo pasa, como si el aura del lugar estuviera… rara. No sé ni lo que estoy diciendo. Probablemente todo esto sea porque mi hermana acaba de fruncir el ceño mientras Julie me habla. Okay… momento muy incómodo… ¿La está imitando? ¡Juliette no te des la vuelta por favor! Mi familia era rara. Pero si me pongo a pensar, estaría haciendo lo mismo que Ayllu si ella traería un chico a casa.

Hum, ya no sé qué cuerpo “está bien” Pero sigo pensando que ella está muy delgada. Tal vez si… este siendo exagerado. Miro la máquina y si mi hermana lo está conectando bien, como odio que ella enchufe cosas, la electricidad de acá es muy mala… -Es para jugar nada más… Yo también podría pasarme horas jugando si tuviera tiempo… es solo jugar y terminar el juego, luego comienzas con otro- le explico.

Empiezo a cortar una verdura mojándola un poco con agua. Le intento escuchar, por lo que cada vez cortó más lento. Me quedo perplejo porque pocos segundos después, suelto el cuchillo y la estoy abrazando. ¿Está llorando? Creo que sí. Agradezco que mi hermana fuera a terminar la tarea en su habitación. -¿Mala hermana? ¿A qué viene eso? Seguro podrías ser muy buena hermana mayor…- No entiendo ¿Qué acaba de pasar? La aprieto un poco más contra mí para que se sienta mejor.

Me deja dolido verla así. Es que en realidad nunca me imaginé verla así. Siempre pensé que era buen consolando personas pero… ahora no sé qué hacer realmente. La abrazo lo más que puedo -¿Estas mal porque te crees mala hermana? Todos podemos cambiar y mejorar, no te pongas mal, esas cosas se solucionan creo…- no quiero cagarla con ningún comentario, por lo que me quedo callado.

No sabía si odiarla o quererla a la pequeña Ayllen, mejor es despreciarla, ella seguro quiere destruirme, sólo con lo que dijo es más que suficiente. No me tendría que haber delatado con su hermano, menos mal que él no le creyó, ¿o sí? No lo sé. Yo sé que no demostré mucho la verdad. Pero tendría que entenderla, está celosa, eso es obvio, con un hermano mayor así de lindo yo también lo estaría. Me preocupa que Ewan piense que estoy muy delgada, no quería que se note tanto, debería usar remeras más sueltas, no quería que empiecen a decir que tengo alguna enfermedad alimenticia y quede como una estúpida porque no era así.

Asentí levemente a sus palabras, perdiéndome en sus ojos azules. Cuando recapacité decidí volver a mirar el juego ese raro.- Yo solía jugar cuando era pequeña a un juego que era para bailar pero.. No recuerdo el nombre –sonreí levemente recordando lo caprichosa que solía ser y que siempre me ponía histérica cuando no me salía algo. Me arrepentí de haber dicho que quería ayudarlo, sólo tendría que estar mirando lo que hace, parezco una tonta con toda esta ropa y cocinando, se puede arruinar en cualquier momento pero.. Ese no es el punto.. El hecho de que me ponga mal en frente de él, por esta estupidez, bueno, no es estupidez pero aun así.. No. Se suponía que iba a tragármelo. ¿Por qué lo solté? No es alguien de mucha confianza como para decirle eso. Pero te gustaría que lo fuera. Conciencia te odio.

Que me abrace me hace sentir protegida, querida, me hace sentir diferente. No estaba acostumbrada a abrazar a alguien así, nunca había mostrado como me sentía pero siempre escuché que uno no puede vivir con todo lo que tiene adentro, que hay que dejarlo salir. Negué con la cabeza pero aún así con el rostro oculto en su pecho. Cuando me abraza aún más sonrío para mis adentros, al parecer por una vez en la ida alguien muestra preocupación por mí, por cómo me siento. Me separé de él y me seco las lágrimas con asco. Odiaba llorar, realmente lo odiaba.- No entiendes.. No hay nada que se pueda hacer.. ¿Cómo se puede mejorar algo que..? ¿Cómo lo explico? Con mi hermanito cruzamos palabras cuando queremos “escapar” de alguna reunión aburrida.. –respiré profundamente.- Ni siquiera comemos juntos Ewan.. –suspiré y miré mis manos.

-Ojalá pudiera ser pobre pero tener una familia en la que seamos unidos, que sepamos cosas del otro y que nos apoyemos.. –dirigí mi mirada al suelo.- O al menos compartir algo como vos con tu hermanita.. –dije en un susurro, con lágrimas en los ojos. Me senté en el suelo, sin importar lo mucho que me ensuciara. Con mis manos tapé mi rostro, ya nada me importaba, Ewan no iba a decir nada de esto, quedaría entre nosotros, nadie sabría que la hija de los Whiteley lloró en público, jamás. Seguí llorando silenciosamente, debía sacar todas las lágrimas y volver fresca a casa, con una sonrisa preparada.


PD. Asco de post, pensé que iba a salir algo mejor, pero conciderá que son las 4am (;

Lo del juego me saca una sonrisa, me hace recordar cosas. Y me hace extrañar a la vez, cuando éramos más completos, sin tantas preocupaciones, cuando teníamos una niñez. Nos juntábamos toda la familia unos sábados o domingos. Papá y mamá se entretenían cocinando escuchando nuestras risas y el ruido del televisor. La novia de mi hermano se sentaba mirándonos y sonreía a todo lo que escuchaba. Sus hijos, apenas niños, se entretenían dibujando o jugando con nosotros. Todo esto me hace pensar en que, tal vez, me gustaría una vida y una familia propia así.

-Cuando era más chico también jugaba a uno así, con mis hermanos. Ayllen jugaba genial, y yo la dejaba ganar un poco. Mi hermano siempre nos sacaba carcajadas, a veces bailaba de una forma algo gay o hacia unos saltos raros, o como si estuviera surfeando  en una tabla- sonrío un poco –Extraño eso- me encojo de hombros y sigo cortando las verduras. Me pongo a la vez a pensar que puedo cocinar para acompañar esto. Pero de repente estoy entretenido con su abrazo y lo bien que se siente. Aunque ella este triste, y estoy pensando en mil formas de contenerla, de que se sienta por lo menos un poco mejor.

Le acaricio un poco los brazos, tratando de responderle a lo que me dice ¿Por qué lo ve todo tan negativo? No lo entiendo. Obviamente no entiendo mucho de cómo es eso de que no comen juntos, porque yo como todos los días en familia. –Bueno, tienen que buscar “ese algo” que tengan en común, empezar una charla y así… empieza todo…- suspiro –Digamos que tienen otra fiesta y pasa esto, cruzan palabras. Empeza desde ese punto… hagan algo… no lo sé. Pero esas cosas se arreglan ¿Me entendes? No sé si hay que ser especialmente “pobre” para tener relación con tu familia- digo algo disgustado por el término que usó, pero intento no pensar mucho en ello.  

De repente ya no estoy abrazado a ella, y está sentada en el suelo. Sigue llorando y siento como se me va encogiendo el corazón. Cierro todas las puertas que puede haber en la cocina para que nadie la interrumpa y luego me siento junto a ella. La miro un poco pensando en que decir exactamente. Pero termino por agarrándola del rostro suavemente –No llores…- Y así, sin pensarlo, la beso en los labios.

Se siente tan bien como me lo había imaginado. Bueno, en realidad no había imaginado besarla ni mucho menos hoy. Y no, no se siente tan bien como había pensado, se siente mucho mejor. Es como si… quisiera quitarle todo el dolor. Y si este remedio funciona, no tengo problema de volverlo a repetir cuando ella quiera. Cuando estoy a punto de acercarme más, siento que tal vez esto a ella no le guste. Que yo no le guste.

Me separo de a poco con una sonrisa pícara, le quito las lágrimas que quedaron cayendo por sus mejillas y luego le miro los labios –Lo siento- termino por decir y me pongo a reír un poco –Este es el momento en que me das una cachetada y te vas corriendo de la casa gritando “¡Lo arruinaste todo!”- Si, tal vez arruine todo, pero no me arrepiento.

Me río al oír sus anécdotas pero sé por dentro estoy llorando de la rabia por escuchar eso. Su familia, todos estaban presentes en esos “juegos”. La única persona que se había dignado a verme bailar, porque para mí no era un juego, fue muy abuela, era su nieta favorita, y también la primera. Me amaba tanto como para soportar mis caprichos y mis histeriqueos sin decir nada, sin molestarse, solo.. No hacía lo que demandaba, y creo que por eso también la amé tanto. Me trataba diferente. Y era la única que me brindaba amor.

Trata de subirme el ánimo, de darme una solución, algo pero ya nada sirve. ¿Cómo se cambia todo esto? Es inútil. No quiero fracasar en el intento. Lo único que tenemos en común es el odio por las reuniones estúpidas del trabajo de mi papá, nada más. Somos el agua y el aceite. Si no fuera porque tenemos los ojos y pelo iguales, y otros rasgos más, cualquiera diría sin problemas que no somos familia, ni por asomo. Niego con la cabeza.- Ewan, entiende.. El dinero trae un montón de objetos hermosos, ¿sí? Pero el dinero y la ambición destruyen por completo la familia.. Suena mal pero.. Cuando uno es “pobre” comparte los objetos “valiosos” que tiene con sus hermanos.. En el Distrito 01 no es necesario, cada uno tiene lo suyo.. No existe la palabra compartir.. –le susurro al final. Mi voz sonaba completamente asquerosa, típica de cuando tenes un nudo en la garganta. Nunca entendería, nadie entiende a menos que lo viva.

Cierra las puertas de la cocina cuando me ve en el piso. Me ahorra la humillación delante de más gente. No quería llorar más pero era cada vez peor.. ¡Mis lágrimas ya ni eran silenciosas! Lloraba como una estúpida que perdió a su primer amor. Eso da más vergüenza aún. Cuando me toma del rostro recién levanto la vista, trato de controlar mi respiración. Lo tenía demasiado cerca por lo que fruncí el ceño por completo. Me besa en los labios y abro mis ojos a más no poder hasta que, dos segundos después noto qué pasa. ¡Ewan me está besando! ¡El chico que me gusta me está besando! Siento el corazón a mil. Sus labios.. ¿Cómo describirlos? Suaves perfectos como ningún otro. ¿Estaba triste? ¿Estaba llorando? ¿Acaso eso importa ahora? Seguramente le gusto.. Lo sabía. Bueno no, solo tenía la esperanza pero.. Calma Julie, puede haberte besado por compasión, para que te calles y no quería que nadie lo viera.

Cuando se separa de mi estoy helada, solamente lo miro, lo miro a los ojos. No sé qué decir, no hago ningún movimiento con mi cuerpo solo.. Respiro. Cuando dice lo último sonrío y lo abrazo. Respiro su perfume disimuladamente y sonrío como una tonta enamorada.- No te preocupes Ewan.. No voy a hacer dramas ahora.. –ríe un poco y me separo de él pero quedando cerca y admiro las facciones de su rostro, sin decir nada. Acaricio su mejilla levemente. No me interesa si él me besó porque le convenía o porque odia ver a una mujer llorar. Lo besé dulcemente, rodeando con mis brazos su cuello, atrayéndolo más hacia mí. Si él me rechazaba ahora sí que estaría muerta, nunca más pisaría el Distrito y me tendría que aguantar las lágrimas hasta llegar a mi habitación. Pero hay un pequeño detalle.. Desde hace años que a mí nadie me rechaza algo, espero que hoy no sea la excepción.