I don’t know why I wanna be with every girl I meet ~ Thiall

Castigos inútiles y éstos. Estúpida Thaiel que lo único que hace es ser insoportable. Que hayamos dejado de pelearnos tanto no quiere decir que somos los mejores amigos o buenos hermanos. No sé qué es lo que tiene en la cabeza pero sé que cuando lleguemos a casa lo único que va a pasar es que mamá me va a culpar a mí de todo, como siempre.

No sé por qué no se puede meter en su vida. No sé qué le pasó hoy, a la mañana no me quería levantar de la cama y ella venía y tocaba la puerta sin parar, quería que desayune, quería que me apurara para que no llegáramos tarde, no quería que toque algún acorde con mi guitarra como todas las mañanas hacía. Y para colmo, en el colegio me pregunta delante de mi “nueva chica” por qué me gustan las zorras y me habla de alguna chica que estuve antes y que llevé a casa.

Comencé a discutir con ella y cada vez me sacaba de quicio, comenzamos a gritar y como siempre: Castigo. Éramos nosotros dos solamente. Nuestra misión era reflexionar y solucionar problemas como personas civilizadas que somos. Me despedí de Max y me encaminé al aula. Allison, una chica del otro curso (pero del mismo año), me esperaba en el camino. Me acompañó y entré sin mirar con ella. Para mi suerte no había nadie, el mal humor estaba desapareciendo.

Comencé a besarla salvajemente, al parecer eso le gustaba por lo que me correspondía al beso. Le mordí el labio cuando ella, por debajo de la camisa, comenzó a acariciar mi pecho. Coloqué mis manos en su espalda y eso impulsó a que ella me volviera a besar.

Odiaba que me manden a castigos por estupideces como estas ¿Qué tanto problema tienen que peleemos? Somos hermanos… todos los hermanos se pelean. Pero en realidad, creo que prefiero estar acá que en casa, escuchando la discusión de mi madre con Niall, porque siempre anda echándole la culpa a él; como si yo nunca pudiera equivocarme en algo.

Como si yo me hubiera equivocado, que mamá me mande a despertarlo no es mi culpa, tampoco tocarle la puerta, mandarlo a desayunar, después no lo deje tocar la guitarra, por el simple hecho de que no me dejan ir sola las pocas cuadras para ir al colegio que tenemos. Como si tuviera catorce años otra vez… y como si yo odiara escucharlo tocar, cosa que es totalmente mentira, lo hace estar más tranquilo por todo el día, él así me deja de joder un poco a mí.

Bueno, está bien, si tengo la culpa de hacerle una pregunta indecente frente de su nueva chica, o lo que sea. Y tendría que pedir perdón por decirle que le gustan las zorras, y nombrarle a la última chica que llevo a casa. Pero ¿Por qué? Si el siempre elije a las que más me hacen la vida imposible. Lo debe hacer a propósito.

Por alguna razón, Adrien me quiso acompañar al aula de castigo con la excusa de “hace mucho no nos hablamos, necesito pasar tiempo contigo” y no podía decir que no, en realidad, si me parecía buena la idea.
Hablamos de las notas de tal materia, la cual fui la más alta del salón. Hablamos sobre nosotros y nada más que me llame la atención, no teníamos tanta curiosidad por nada, simplemente este Distrito es aburrido.
Llegando a la puerta, pasa su brazo por mi cintura y acerca de repente sus labios con los míos, haciendo que yo me aleje de repente. Como los viejos tiempos, le encantaba incomodarme, ósea, nunca iba a tratar de besarme, no tiene ese interés por mí. O eso es lo que me dijo el, no sé, ¿Quién sabe? Él se ríe y le doy un golpe despacio en el hombro, seguido de un abrazo.
-A bueno…- dice mirando detrás de mí, arruga la nariz expresando una mueca de asco. Me doy la vuelta para poder ver que captaba tanto su atención.
-Oh por dios… consíganse un hotel…- escupo las palabras –No, mejor quédense así, me dan náuseas y tal vez nos dejen ir por estar enferma- rodeo los ojos.
-Todos, fuera del aula- dice el profesor a cargo cuando llega–Menos ustedes dos- mira a Niall y a mí. Adrien se despide y yo entro, sentándome en una de las mesas del lado izquierdo.

Estaba disfrutando el momento, su lengua jugando con la mía como si no hubiera un mañana, mientras Allison me acariciaba el cabello (algo que me encanta), yo me acomodé mejor en la mesa del banco para que estemos más cómodos. Ella era linda, y podría decirse que fácil y lo mejor, me quiere, o al menos eso es lo que aparenta. Yo sólo le tengo afecto, y eso ella lo sabe aunque está tratando de que eso cambie.

Acariciaba su espalda lentamente, haciendo círculos con mis dedos. No pensaba llegar a más, por lo menos no ahora pero no porque no quiera sino que.. Estábamos en un aula del colegio, en donde pronto vendría gente, y no estaba errado la verdad. Escuché la voz de un chico, la cual ambos ignoramos pero la voz de mi hermana hizo que nos separáramos. Rodeé los ojos al oír su comentario y acomodé mi camisa.

-Serás estúpida.. Se nota la envidia que le tienes a tu hermano.. Ser antisocial.. No tienes derecho a comentar nada Miss Violación.. –fruncí el ceño.- ¡Allie! –la regañé, tomé su mano y la atraje hacia mí.

-¡¿Qué estás diciendo?! ¡Cállate! –le susurré más que molesto. Está bien, no me llevaba bien con mi hermana, y bueno, puede ser que la insulte pero nunca tocaría un tema tan delicado, y no se lo permitiría a ella que lo haga.- Discúlpate..-murmuré, ella se rió.- No puedo creer que defiendas a.. ésta.. buena para nada.. –gracias al cielo llegó el profesor, salvándome de una gran cantidad de quejas y gritos que estaban por venir.

Suspiré y me senté en el lado derecho del aula. Esto sí que era aburrido, siempre que estaba castigado era con alguno de los chicos, o con alguien que al menos podía entablar una conversación sin peleas. Di un fuerte golpe a la mesa.- ¿Cuánto tiempo dura esto? –pregunté al aire, lamentándome. No me interesaba si me respondían o no, pasaron solamente tres minutos y yo ya sentía que iba a morir.

-La próxima vez que me jodas así como hoy te mato en el camino de casa al colegio, así me ahorro el tener que escucharte diciendo estupideces y el castigo.. –solté más que molesto, no había vuelta atrás. Cada momento que pasaba sentía que la odiaba más y más. ¿Por qué estamos volviendo a los viejos tiempos?

Enserio, es insoportable aguantar este tipo de escenas, igualmente se ven en casa, cuando piensa que nadie lo escucha. Adrien comenzó a reír un poco con mi comentario, no me molestó, pero no venía muy indicado en este momento.

Me quedo con la boca abierta unos segundos, escuchando lo que me dice la chica y después como me defiende mi hermano. “No la escuches” me susurra Adrien, y aunque intento no darle importancia, sé que eso me afecto. ¿Envidia? ¿Yo? Puf… Mierda, si le tengo envidia a mi hermano ¡Pero eso no es lo que importa ahora!

Dios, si tan solo las personas no le hubieran dicho a todos  lo que me paso… si Sebastián no hubiera hecho rumores sobre una situación totalmente distinta a la que paso… si tan solo no me miraran con cara de “pobre chica” mientras camino por los pasillos del colegio… Si tan solo mi hermano no me mirara con cara de lastima, Si, sí no pasara todo eso, todo sería mucho mejor.

Sonrío un poco, avanzo más cerca de ella, Adrien me agarra del brazo pero me suelto. Apoyo las manos en la mesa con fuerza, haciendo ruido –¿Miss Violación, eh? Bueno, habré sido violada. Pero sé que tú, en mi situación, te hubieras dejado hacer lo que me hicieron, Puta Barata…- Sonrío nuevamente, luego miro a Niall, modulándole con los labios un “Perdón” sin que la chica me vea. No, yo no puedo decir ese tipo de cosas a una persona aunque me esté dando el mismo lado de la moneda… y sé que tal vez él se moleste por eso, pero necesitaba defenderme.

Me doy vuelta rápido y apoyo los labios en la mejilla de Adrien, despidiéndome. Y por la cara que hace, sé que él no se va a quedar así, que probablemente tenga alguna broma o rumor trabajando en su mente. No me importa la verdad, si no estoy involucrada, si no me nombra, ni nada de ese estilo, me parece perfecto.

Niall se va del otro lado, el profesor a su escritorio, mirándome primero a mí, después dirige la vista  a Niall con el golpe a la mesa. Luego, miro hacia la pared de mi lado, tengo el pecho cerrado y las lágrimas a punto de salir. No sé qué me afecta más, si es toda la situación que se me junta en un día, lo que me acaba de decir la chica hace unos minutos, no poder olvidar lo que paso hace un año… no lo sé.

Me dice algo, y sé que el profesor está a punto de callarlo, pero lo interrumpo susurrándole “Yo hablo con él”. Me siento junto a mi hermano, con los ojos algo rojos de aguantar las lágrimas ya tragadas, pero sonrío de todas formas. -¿Quién dice que no sea yo la que te mate antes?- me rió, tan solo deseando que no se tome todo tan mal. –Em… Niall, te quería decir…- suspiro –Perdón- miro hacia la mesa –Tal vez lo que dijo ella sea verdad… si, puede que… te tenga envidia… Si puede que yo este celosa…- me quedo un rato pensando –Por dios, no puedo creer que te lo acabe de decir- vuelvo a mirar a la mesa muy avergonzada.

Ver la cara de mi hermana en el momento en que Allison soltaba todo fue.. Épica. No se esperaba que le dijera algo sobre su tema ese de la violación, en realidad, nadie lo esperaba, pero no era un tema privado ni mucho menos, todo el Distrito lo sabía. Me dio cierta vergüenza que dijera eso pero lo supe ocultar bien. Le di una mirada de lástima luego de “regañar” a Allie y exigirle que le pida perdón, todo esto seguía siendo algo duro para ella, y eso no es un tema nuevo.

Abrí mis ojos a más no poder cuando escuché la respuesta de mi hermana. ¿Esa era Thaiel? ¿Qué hicieron con mi hermana? Y luego de eso me pide perdón.. ¿Acaso esto es un juego? Mis ojos demostraban cierta furia mientras alzo una ceja hacia ella.- ¡Síguela defendiendo! Total, a ella ni le importa eso.. –gritó Allie y después me besó una vez más para irse luego de que el profesor la echara.

Al fin y al cabo tenía razón. La defendí, me separé de mi mejor amigo, luché contra él llevándome unos buenos golpes, la “protegí”, no me metí nunca en sus asuntos aparte del de Sebastián. Yo no tengo la culpa de todo esto que está pasando pero igual todo lo pago yo, y más en casa. A Thaiel le va mal en el colegio, culpa de Niall, Thaiel se tropieza en las escaleras, culpa de Niall, a Thaiel se le quema la comida, culpa de Niall. Siempre es lo mismo.

Resoplé cuando se sentó a mi lado. Necesitaba más tiempo para aclarar mis pensamientos y lo mejor es hacerlo sin interrupciones.- Thaiel.. Es una forma de decir.. Aunque dudo que puedas matarme, ¿sabes? –contesté frío. No tenía que ser así con ella, se lo merecía pero a la vez no, no tendría que pagarle así.

Asentí levemente.- Igual, no tendrías que hacerle mucho caso a lo que dice Allie.. –suspiré.- Aunque.. Por más que tenga razón, no importa que estés celosa o tengas envidia de mí.. Eso no me importa.. Pero tampoco es para que vayas por la vida tratando para la mierda a cada chica con la que salgo.. Hasta de seguro hablas mal de mis amigos.. Yo nunca haría algo así.. Es más, no tengo porque hacerlo.. Si te hacen feliz, perfecto que estén contigo.. No tengo que decir nada de ellos.. –miré la mesa por unos segundos, y luego respiré profundamente para poder terminar de soltar todo.

- Es un poco molesto, ¿sabes? Me gustaría que no.. Que no te metas en nada de lo que hago, si me levanto tarde, perfecto, si no desayuno va a ser mi problema, si tengo tríos u orgías o lo que venga va a ser mi asunto.. No tuyo.. Y que seas mi melliza no te tiene que dar derecho a gritar tu opinión por ahí, a los cuatro vientos.. –me crucé de brazos y me recosté en mi silla. Dando por “concluido” el tema por mi parte.

No sé cómo procesar todo, absolutamente todo. Si pudiera hacer, lo que sea, para arreglar todo, por lo menos que mi vida se tranquilice un rato hasta que… logre asimilar lo que me paso, lo que nos pasó a todos, yo…

Pero eso nunca va a pasar. Nunca nada va a estar bien, al menos que sea por arte de magia… o que tenga la suficiente fuerza como para poder “tranquilizar” todo, nada va a cambiar. Apoyo la cabeza en el hombro de él, sin importarme si le incomoda o no. –También lo decía como una forma de decir… Y no te creas tanto, no soy tan debilucha- suspiro.

Niego quedándome con la boca abierta cuando dice las cosas que “yo hago” –No… Niall, muy pocas veces hago eso de… hablar mal de tus chicas. Ósea, no, ¿Qué me interesa a mi ellas? No…- me froto la frente –Es que ella había empezado ya desde hace un par de años, no es que me la tome con ella justo ahora… Siempre fue así. Y sí, me dio un poco de bronca verla con vos- Vuelvo a negar -¡Pero si tus amigos me caen bien! Cuando me hablan cuando no estas, me termino riendo de cada cosa que dicen. En serio, me caen muy bien, es que tampoco me importa que otras cosas anden haciendo…- Frunzo el ceño –No mientas… hubo muchas veces ya que hablaste mal de ellos, capas que no ahora, pero si tuviste tus momentos-

Me alejo un poco de él –Lo que paso hoy, a la mañana…- suspiro- A ver, sabes como soy y que siempre tengo que hacer lo que me pide mamá, y si lamentablemente tengo que ir a joderte y cuidarte como si fueras un bebe tengo que hacerlo- miro al profesor un rato –Siempre ando vigilada, si te molesta tanto, lo siento, pero vas a tener que ir a discutirlo con ella-

El profesor nos mira –No es que “lo grite a los cuatro vientos”, pero si algo me molesta, te lo digo… no me lo voy a guardar, no soy tan estúpida como crees. Especialmente si me andan comparando, como si hiciera las mismas cosas que vos. Porque claro, lo hace un hombre y es un genio. Ahora, cuando lo hace una mujer, si lo hago especialmente yo… cosa que es mentira, todo cambia.- Miro hacia abajo porque las lágrimas están volviendo y no sé cómo hacer para retenerlas y que a la vez nadie se dé cuenta –No sabes cómo es estar de este lado- digo escuchando como se me quiebra la voz- No sé si entendes que mi vida cambio completamente, y no puedo manejarla si es de esta forma, e intentan manejarla por mí y no estoy de acuerdo con eso. Yo si se cómo es estar de tu lado un poco, no lo sabes porque no me viste y no me escuchaste, pero siempre ando peleando con mamá por este tema, de que siempre te echan la culpa de mis cosas- trago las lágrimas, respirando profundo –Como si nunca me pudiera equivocar. Quieren hacerme la hija perfecta, la chica perfecta. Y entre más soy así, mas destruida por dentro estoy, más insoportable me pongo. Y te lo tomas muy a pecho, pero soy así con todos, algunos lo soportan… otros no… otros todavía creen que existe ese disfraz de chica perfecta… Y hacen que ayuden más a reforzarlo, mis amigos, los profesores, hasta algunos que se creen cualquier rumor que les digas…- siento que estoy hablando mucho y le va a importa un cuarto de todo lo que le digo. Así que termino diciendo lo que me queda guardado.

-Gracias por defenderme, no sé si lo merecía tanto… Y perdón si te molesto lo que le dije a Allie, pero… se me salió, me dio miedo y se me salió. Es que me duele tanto que todos lo sepan… si hubiera sido por mí nunca lo hubiera dicho, ni a vos, ni a mamá, ni a papá, ni a Adrien, ni a Danielle… nadie. Pero sabes perfectamente que paso, una personita que quiso hacerme una broma mientras estaba el estúpido ese en casa- suspiro mientras una lagrima fría sale.

Y ahí estaba, después de haberme sacado parte de las cosas que deseaba decirle. Apoyó su cabeza en mi hombro y sí, me molestó, estoy molesto con ella y ella actúa como si nada, tal cual como papá. Rodeé los ojos. Odiaba esa actitud, no sé porqué, tal vez yo tomo las cosas muy a pecho pero ésta vez no creo haberme pasado.

Muy pocas veces.. Claro, y yo me sigo chupando el dedo. Se cree que soy estúpido. Allison tiene razón, ella tiene envidia, envidia de que yo salgo con las chicas más lindas del colegio y del Distrito, pero no sé por qué, si ella se lo propusiera ella también podría ser así como yo. Lo de mis amigos.. Bueno, ellos le caen bien a casi todo el mundo, son como yo, tratamos de ser divertidos todo el tiempo, bromear, salir a fiestas, emborracharnos, pasarla bien. Es muy raro que no le caigamos bien a alguien que no sea familiar y que no quiera parecerse a nosotros. Negué con la cabeza y reí.- Es increíble que pienses que yo hablo mal de tus “amigos”.. A ver, no tengo razón para hablar mal de gente que no me interesa.. Siempre y cuando no me hagan nada.. No sé qué te pasa la verdad..  –resoplé y miré el techo.

Me mordí el labio.- A mí también me controlan, a mí me prohíben hacer cosas, me mandan.. ¿Sabes qué hago? Lo contrario.. Pero no quiere decir que a uno lo vigilen más que al otro.. La única cosa que hago es acompañarte del colegio a casa y eso.. Después no pienso seguir ninguna otra orden.. –la miré a los ojos, justo antes de que baje la mirada.- ¿Quién carajos te compara conmigo? Eso es absurdo. No hay puntos de comparación, somos lo contrario.. –me duele que se le quiebre la voz y ya esté por llorar.- Estás así porque quieres agradarle a mamá, a papá, a todo el mundo y te llevas por lo que dicen.. Sé que sos más inteligente que eso Thaiel.. ¿Por qué les prestas atención? –perdí la frialdad en mis palabras, la dureza había disminuido, yo no era malo, yo le tenía cariño y no quería verla así, por más molesto que esté.

Suspiré y me revolví el pelo.- Thaiel.. Thaiel.. Dios.. No dejes que controlen tu vida, es tuya.. Y si se te va todo a la mierda nosotros vamos a ayudar a que te recompongas.. No seas tan estúpida.. Y lo de que me echen la culpa.. Ya ni me importa, es más, va a ser así por toda la vida.. Hagas lo que hagas, y no importa si me hago un santo monaguillo lo mismo voy a ser el culpable de todo.. –suspiré.- No existe la chica perfecta pedazo de hueca.. Serías una chica perfecta si fueras vos misma.. Espero que desde hoy no le sigas la corriente a nadie, y deja de hacer lo que los demás quieren que hagas.. –le dije más que autoritario.- Mira cómo estás.. Si vos no empezás a “desobedecer” y a “cambiar” nadie lo va a hacer por vos y nadie te va a ayudar.. –ya estaba molesto, con ella, sí, pero por otra cosa. No podía dejar que esto pasara y no detenerlo.

A veces si me lo propongo creo que puedo ser alguien bueno, que le preocupan los demás y los ayuda pero.. Para dejar que la gente me maneje y pase de mí, no gracias, siempre voy a ser mejor que eso. Tal vez Thaiel lo que quería era ser como yo en ese aspecto. Asentí levemente con una cara de pena hasta que.. Lo dijo. La fulminé con la mirada y me paré rápidamente.- ¡¿Podrías no arruinar las cosas?! ¡Una vez! ¡Una! ¡Yo que voy a saber lo que hacía Sebastián! ¡¿Ahora también todo lo que pasó es mi culpa?! ¡Quería hacer una broma estúpida! ¡Yo no sabía nada! ¡No soy adivino ahora! –le grité a más no poder. Si el profesor me había pedido que me calmara no lo había ni escuchado.

Me fui a sentar a la otra punta del salón, más que molesto.- ¡Deberías agradecerme! ¡Si yo no te hubiera tirado al agua tal vez estarías muerta por ese hijo de su.. madre! ¡Te hubiera lastimado más y más y no sé si estarías viva para contarlo! –me había parado para gritarle. Sabía que en parte mis gritos podían hacer que se sienta peor, pero es la única manera que me podía expresar en estos momentos. Me tiré en la silla y me cruce de brazos, mirando un punto cualquiera de la pared, tratando de calmarme, no tendría que gritarle más.

Me pone muy incómoda hablar sobre estas cosas acá, con un profesor de por medio. Probablemente sea porque en cualquier momento toda la paciencia que tengo se va a ir y tal vez no regrese. Pero apenas salga de acá no sé qué haría, podría ir a la casa de… o llamar a… no quiero ver a nadie ¿Qué hago? Irme a encerarme a mi cuarto y llorar como siempre ¿Otra vez? No quiero dar lastima… Odio eso, si pudiera borrar la palabra del diccionario lo haría.

Frunzo el ceño cuando dice que nunca habla mal de mis amigos –A ver… tal vez no recuerdes pero yo sí… Si paso- Y ahí va su explicación de que a él lo controlan, pero que no hace caso. Como si no lo supiera, vivo todos los días la charla de mis padres diciendo “Que hacemos con este chico” “Va a terminar mal” bla bla bla.

Me rio un poco -¿En serio nunca escuchaste que lo digan? A veces es muy gracioso, como por ejemplo cuando me mando una mal- niego –“La señorita Vanderbeer, igualita a su hermanito, se nota que son de familia”- dice imitando la voz de algún profesor –Y eso que yo nunca llamo la atención… pero bueno, hay algunas veces que es peor cuando nos comparan- me encojo de hombros.

Lo miro de reojo, solo por unos segundos porque sé que en cualquier momento va a salir el llanto sin que me dé cuenta. -¿Por qué les prestó atención?... Dios, no sé. Hay muchas veces que lo que dicen es verdad, y puede que me cueste diferenciar cuales son las cosas que me tienen que importar o no- Estoy a punto de decir “Basta, no quiero hablar de esto” Pero nuevamente, no puedo.

No puedo imaginar empezar a ser yo misma, y creo que ya se la respuesta de porque le prestó atención a todo lo que quieren que haga, a todo lo que dicen sobre mí –Me voy a quedar sola- Digo de repente, afirmando –No creo que alguien le guste como soy así que… eso pasa, dejo que me controlen para no quedarme sola- Después le agradecí por defenderme… y sabía que le iba a molestar lo último que dije. Ahí fue cuando me grito, se levantó y se fue a la otra punta del salón.

Entonces, yo al fin había perdido la paciencia, después de mucho tiempo.

No me iba a quedar en mi lugar, puede que sea muy cabezota, y es que entiendo que se fue al otro lado por algo. Me levanto y camino hacia allí.

-¡Thaiel, siéntese!- me ordena el profesor. Y estoy a punto de hacerlo pero… no puedo. Puedo pero no quiero. Y entonces estoy trabada. Sé que si me siento ahora mismo, no voy a poder decir lo que quiero. Pero si voy… puede terminar todo mal. ¿Qué termine todo mal, o guardarme todo otra vez?

Prefiero que termine todo mal.

Me doy la vuelta sin decirle ni una palabra al profesor, me acerco a Niall y me tiro en la silla que esta junto a la de él. Lo agarro del hombro para que me mire y le grito un poco, porque no me voy a ir de ahí sin que me escuche. -¿¡Yo en que maldito momento te dije que tenías la culpa de lo que paso? ¡No digas palabras que no salieron de mi boca! ¡Obviamente no sos adivino, si no, no hubiera fingido tanto tiempo! Podría haber ido, decírtelo todo en la cara, y después matarlo a él de todas las formas que puedo hacer ¡Pero no!- Lo aprieto un poco más –¿Tengo que agradecerte? ¿Tengo que agradecerte porque de suerte se te paso por la cabeza molestarme? ¡Después decís que soy yo la que te hace cosas, la que dice cosas para hacerte la vida imposible! ¡No te hagas la víctima, porque sabes muy bien que haces bastantes cosas, pero después si te las devuelvo soy la peor hermana del mundo! ¡No me eches toda la culpa a mí, no es mi culpa todo lo que te pasa! ¡Yo también te la podría echar a vos, pero no lo hago porque no es cierto. Acá no hay blanco y negro, todos tenemos una escala de grises! Mejor que dejes todo esto, porque no es mi culpa que no te sepas controlar y no tengas a otra persona a quien culpar…- Lo miro a los ojos un largo rato, estoy temblando. Y con solo un respiro más, otras miles de lágrimas se escapan, pero no cambio mi posición ni mi cara.

-Tienes razón Thaiel, tienes razón.. –todo este tema me estaba cansando, estaba harto. No quería seguir peleando con ella, estaba harto, lo único que hago es gastar saliva, si con tal de contradecirme y creer que tiene la razón.

Nunca había escuchado que la comparaban conmigo, jamás, es lo más estúpido que escuché en mi vida.- ¿Eso de verdad pasa? ¿En serio? La gente cada día tiene menos cerebro –comenté con el ceño fruncido, me molestaba de por sí las comparaciones, esto supero los límites. ¿Mi hermana y yo? ¿Quién es el que tiene un sola neurona y que nos compara?

Suspiré.- Thaiel.. Puede que sean verdad.. Pero así sos vos, así es tu manera de ser, no tenes que cambiar nada.. –negué con la cabeza.- Nunca te vas a quedar sola.. Le vas a gustar a alguien.. Pero le tiene que gustar la verdadera Thaiel.. No lo que aparentan, en serio.. –traté de sonar comprensivo, que suene como un consejo.

Y ahí terminó toda la paz, después de que me alteré, ella decidió no quedarse atrás. Por más que el profesor quiso pararla no pudo. Se sentó en la silla que estaba al lado mío y tomó mi hombro. Esperé a que termine de descargar todo lo que tenía para decirme. Mi rabia aumentaba cada vez más y más, y mi cara no lo ocultaba.

-¡¿Quién dice que tenes que decir sí o si las cosas?! ¡Cada vez que se habla de ese tema todo el mundo insinúa que fue por mi culpa! ¡Vos también! ¡Lo insinuás! ¡No soy tan estúpido como para no darme cuenta! –respiré profundamente.- ¡¿Por qué fingir Thaiel?! ¡Eso lo único que hizo fue empeorar todo! –la fulminé con la mirada.- ¡¿Alguna vez me dijiste que parara?! ¡¿Alguna vez me devolviste la broma?! ¡¿Alguna vez hiciste algo más que insultarme y darme dos golpecitos que no hieren a nadie?! ¡Que yo sepa NO! ¡Y deja de tocarme! –me zafé de su agarre y resoplé todo el aire que pude.- ¡¿Victima?! ¡¿Victima de qué Thaiel?! –volví a mi asiento anterior.- ¡No puedo creer lo caradura que sos! ¡Yo sé perfectamente quién tiene la culpa de todo en cada una de las cosas que me pasan! ¡¿Y no me puedo controlar?! ¡¿Qué no puedo controlar?! ¡Dejate de joder Thaiel! ¡Volvé a ver al inútil de tu psicólogo que lo único que te va a decir es que sigas siendo la chica estúpida que intenta ser perfecta! –me crucé de brazos.

-¡La víctima acá sos vos! ¡Arruinaste a la familia! ¡No podés negarlo! ¡Yo la iba rompiendo pero vos la destruiste! ¡Por tonta! ¡Por callarte la boca como siempre haces! –golpeé la mesa.- ¿Sabes qué? ¡Seguí llorando! ¡Siempre haces lo mismo! ¡Todo el mundo te escucha llorar en casa! ¡Siempre! ¡Y dejá de decir estupideces! ¡Comprate una vida, una personalidad, algo! ¡No podes ser tan.. Tan..! –mis dos manos se hicieron puños.- Dejémos el tema ahí mejor.. ¡No te quiero cerca mìo! ¡Ni siquiera si estás siguiendo una orden de mamá! ¡No quiero que me hables más! No quiero seguir teniendo parentesco con una persona que lo único que hace bien es dar lástima..

Antes parecía que el profesor no estaba en el aula, pero ahora no puede pasar de desapercibido cuando se levanta y me toma del brazo. Me tironea un poco pero me sostengo de la mesa. ¿Por qué se tiene que meter? Si fuera un tema entre compañeros está bien, pero este es entre familia lamentablemente. En realidad, él ni siquiera tiene derecho a sacarme a la fuerza, supuestamente está prohibido. Pero al parecer en este Distrito todos hacen lo que quieren.

¿De quién fue la culpa de todo esto? ¿Por qué ocupamos el tiempo buscando a esa persona para echársela? Ya hay una, siempre pensé que fue la mía, y hasta puede que alguna vez tuve rencor pensando que fue Niall. Pero no, acá la única persona culpable es Sebastián -¡Yo no lo insinuó! ¡Yo sé perfectamente de quien es la culpa!- fruncí el ceño -¡¿Viste tu cuerpo y el mío?! ¡¿Cómo querías que te parara si sos un terco estúpido que no escucha?! Y después de eso ¿Cómo te podía devolver la broma? ¡Se razonable Niall!- Esto no tiene ni un poco de lógica. ¿Por qué se enoja? Se enoja por cualquier tontería, por palabras que no salen de mí y por intuiciones que tiene él.

Me molesta que siempre trate de escapar. -¡Si intentaste insultarme con eso del psicólogo te aviso que no funciono! ¡Vos deberías de ir a uno! ¡Pero ni siquiera tenes medio cerebro como para saber que se hace ahí!- Veo a la directora del edificio en la puerta, así que me dejo llevar y me levanto.

Pero el sigue hablando y nuevamente, no me voy a quedar sin la última palabra -¡¿Así que ahora arruine yo la familia?! Bueno ¡Al parecer todos te echan la culpa a vos de eso! ¡Así que báncatela si tan hombre te crees como para andar gritándome y enojándote por esta estupidez!- Me quito las lágrimas y aguanto todo el llanto que queda por salir -¡¿No puedo ser tan qué Niall? ¡¿TAN, QUE?! ¡Tene un poco de valor y termina la estúpida frase! ¡Siempre dejando todo a la mitad, siempre alejándote! ¡¿Nunca vas a poder enfrentarte a todo lo que te pasa?!- No, no pudo haber dicho eso, si antes estaba destruida porque se enojaba por cualquier cosa, ahora lo estoy más porque eso enserio me dolió -¡No me conoces! ¡No podes decir eso de mí! Y tranquilo porque ¡Yo mucho menos quiero tener un parentesco con alguien que no hace nada por su vida! ¡Agarra tu guitarra Y PARTITELA POR LA CABEZA, porque si seguís así no te va a servir de nada, idiota!-

Salgo del lugar, con la mochila en el hombro y doy un portazo. Veo a la ventana y sé que el profesor le está diciendo algo a Niall, pero no lo puedo escuchar. Dejo el cuaderno en la dirección para que firmen que cumplí la hora de castigo y salgo de la escuela. Camino un par de cuadras hasta casa, pero en mitad del camino me encuentro con Danielle. Y luego, veo que Adrien está ahí tratando de llamar a alguien.

Escucho que gritan mi nombre y corre hacia donde estoy yo. Ella me pregunta que me paso, mientras que me explica que Adrien intento llamarme varias veces. Me abrazo y le correspondo aunque odio eso, no quiero que me abracen porque quiero hacer como si no pasó nada.

-¿Puedo ir a tu casa?- le pregunto a Danielle, y como pensé me contestó afirmativamente. Adrien dice que nos acompaña. Agradezco no volver a casa, porque probablemente estaría tirando toda la ropa de mi hermano por la ventana. Apenas llegue a la casa de Danielle llamaría para avisar que estoy ahí, que me invitaron a comer y a ver alguna película o algo así.

Odio ser tan impulsivo y terco a veces, en serio lo odio, pero debo quedarme con la última palabra, esta chica ahora no sé que se cree, ¿viene a gritarme ahora? ¿desde cuándo comienza a decir lo contrario a lo que yo digo? No. Ese es MI trabajo.- ¿No es tu culpa? ¿Me vas a decir que toda la culpa la tiene Sebastián? No.. Eso sí que no.. Es culpa de ustedes dos.. Y punto terminado. –estaba molesto. Si bien ya no lo quería a mi ex mejor amigo, es más, tuve mis peleas con él después de lo que pasó pero tampoco es para tirarle toda la culpa a él.

Decidí callarme con respecto al otro tema, ella tenía razón en ese punto, pero.. Sigo insistiendo, si me hubiera dado una buena excusa no le hubiera hecho nada, pero no, ella se la pasó gritando y gritando, obvio que me lo voy a tomar a chiste y voy a seguir con la broma. Por favor que alguien le dé un cerebro que le brinde un poco de lógica.

Rodeé los ojos.- Tómame como estúpido sin cerebro pero no tengo que ir a un psicólogo para que me ayude y me acomode las ideas, traumas, miedos y todo eso.. –suspiré.

Me mordí el labio mientras hablaba.- ¡Obvio que me la echan a mí! ¿A quién le van a echar la culpa? ¿A la princesita de la casa? ¡No! ¡Eso sí que no! Thaiel, no hice algo tan malo como para destruir la familia, nunca.. –dije furioso. Si había algo que me molestaba era pensar en que yo hice que la familia fuera una completa mierda.

Reí burlón.- ¡No tengo ganas de terminar la puta frase! ¡Como si no supieras lo que sos! ¡Y no, no dejo nada a la mitad! ¡Si supieras algo de lo que hago de mi vida tal vez podrías opinar! ¡Y si no me enfrentara a nada no estaría acá rubia estúpida! ¡Hueca! –respiré profundamente.- ¡Te conozco lo suficiente! ¡Sos plástica! ¡No hay mucho para conocer! ¡¿No hago nada por mi vida?! ¡Mujer! ¡Tengo 16 años! ¡Tampoco puedo hacer mucho! ¡Y bien que te gusta que toque la guitarra! ¡Ya te la voy a partir yo por la cabeza! –grité antes de que se fuera, estaba más que furioso.

El profesor me empezó a retar y a decirme que yo empecé la pelea, que no está bien gritar, que necesitaba calmarme y que arreglara las cosas con Thaiel en casa. Asentí y como siempre le dije que no iba a volver a ocurrir. Salí y ni siquiera fui a que me firmen porque cumplí la hora de castigo, el profesor siempre lo terminaba notificando que cumplí con mi hora.

Al salir veo a Allison con sus amigas, ella me había dicho que me esperaría. Con mis brazos rodeé su cintura y besé su cuello.- Hola.. –le susurré en el oído. Ella se estremeció. Automáticamente se separó de mí, tomó sus cosas y se despidió de sus amigas, yo también lo hice. Caminamos una cuadra y nos empezamos a besar salvajemente.- ¿Tu casa o la mía? –me preguntó apenas nos separamos, estábamos prácticamente sin aliento.- En la mía.. Y será mejor que le digas a tu familia que no te voy a dejar volver a casa esta noche.. –nos volvimos a besar y nos encaminamos a mi casa. ¿Estaba molesto con Thaiel? Ni lo recuerdo ya. Hoy tendría una tarde-noche bastante ocupada.